BURBUJA
DE OXÍGENO DE NATURA BISSÉ. EL TRATAMEINTO DE LAS ESTRELLAS.
Tengo
que decir que estoy profundamente agradecida a Carla e Isabel Bedia
por contar conmigo para narrar una de las experiencias más
placenteras de las que he disfrutado.
La
última vez que estuve en la peluquería me hice las raíces -sí
ahora soy rubia platino, pero lo soy desde hace 6 meses antes de la
explosión hollywoodiense de ahora-, y Carla me comentó si me
gustaría probar un tratamiento en una burbuja de oxígeno, el mismo
que se hacen las actrices antes de pasar por una alfombra roja del
tipo de los Oscar, el Festival de Venecia, el de Cannes. Vamos a ver
con esas referencias quién en su santo juicio diría que no, yo que
mi madre me tiene por una persona cabal no pude negarme a probar algo
con tanto glamour.
Antes
de ir no indagué nada sobre este tratamiento, vamos que fui a pelo,
sin saber muy bien de qué iba el tema. No os diré más que cuando
me dijeron que era una burbuja me imaginé una especie de burbuja
metálica con un montón de cables, y me pregunté cómo la meterían
en las instalaciones de la peluquería. Imaginación al poder.
Pero
no es una cosa tan extraña, es como una tienda de campaña redondita
donde cabe una camilla, un par de taburetes -uno para tu ropa y otro
para la terapeuta- y una mesa con todos los potingues que te van a
poner. A pesar de ser un espacio pequeñito no tienes la sensación
de claustrofobia, al ser blanca y estar rodeada de luz tenue es como
estar en una cama con mosquitera -vamos unas vacaciones en un isla
del pacífico, eso le da aún más glamour ¿verdad?-.
Antes
de entrar en la burbuja te miran la piel para saber qué tratamiento
usarán en cada caso, yo soy un compendio de sinsentidos, tengo la
piel sensible, grasa pero a la vez seca y absorbe todo lo que le
pongas encima, es una glotona de cremas y serums, así que optaron
por la línea de oxígeno.
Yo, ignorante de mí, pensaba que era sólo un tratamiento de cara, y fui a
lo loco sin repasarme la depilación, así que sentí un poco de
apuro cuando me dijeron que me desvistiese y me pusiese uno de esos
antiestéticos tangas de papel -aunque os aseguro que esta vez sí
sabía lo que era delante y lo que era detrás, no como en Caldea que
siempre tienes la sensación de habértelo puesto mal porque siempre
molesta-.
Entras
en la burbuja, no hay mucho espacio para moverse, así que los
movimientos tienen que ser escuetos.
En
la burbuja hay un 99,95% de oxígeno, y como es un aire controlado
está libre de otras cosas que no sea oxígeno -el 0,05% no sé que
será, igual algo de CO2 de nuestras respiraciones, o
esencia de rosas que utilizan como parte de la aromaterapia-.
Así
que te acuestas en una camilla y te colocan dos fuentes de calor, una
localizada en la columna vertebral, te tapan con una sábana y te
colocan la otra sobre el abdomen, debajo de las costillas.
Lo
primero unas respiraciones para oxigenarte bien, se tratan de tres
series, con tres inspiraciones cada una. La primera serie va de la
inspiración más profunda a la menos, y las otras dos se centran en
la media ensanchando el diafragma en cada una de ellas, y la última
serie con inspiraciones más someras. Este punto es importante ya que
además de oxigenar ayuda a relajarse y centrarse en la experiencia
que vas a vivir -vamos estás tan ocupada en hacer bien las
inspiraciones que el cerebro no te da para darte cuenta de nada más-.
Una
vez oxigenada y relajada comienzas con una limpieza de cara, para
eliminar las cremas que te hayas puesto, grasita, y polución de la
ciudad.
Te
colocan ácido glicólico que penetra profundamente en la piel por lo
que permite disminuir arrugas, estrías, cicatrices. Hay gente a la
que le pica un poco este punto, yo he de decir que ni me enteré.
Mientas
el ácido glicólico hace su trabajo te van haciendo una exfoliación
con extracto de rosa de damasco y polvo de diamantes -y es decirte
eso y te ves bebiendo champagne en un yate y llevando un
Chanel, eso o es que soy muy peliculera, que puede ser-.
La
rosa de damasco de la cual se recolectan sus pétalos en las primeras
horas de la mañana cuando aún no están abiertas y el sol no la ha
calentado. Estos pétalos se destilan y se consigue la esencia de
Rosa de Damasco.
Entre
las propiedades está la de descongestionante, regenerador,
antioxidante, antiséptico, cicatrizante,... vamos otra de las
maravillas de la naturaleza.
El
polvo de diamante es el agente abrasivo que elimina las células
muertas de la piel y permite que el resto de tratamientos penetren en
las células de la dermis.
Cuando
ya te han masajeado las piernas, los brazos y el abdomen te retiran
la gelatina rosada del cuerpo mediante una toalla caliente. Lo hacen
en seco, y da mucho gustito -babeo de placer al recordarlo-.
Vuelven
a taparte y van otra vez a mimar a la cara. En este punto dejé de
preguntar lo que me estaban haciendo y me deje llevar.
De
vez en cuando te rociaban con esencia de Rosa de Damasco, y a mí me
transportaba a las vacaciones en casa de mi tía, aficionada al agua
de rosas y de violetas.
Supongo
que me pondrían la Oxygen Finish Mask aplicada con una brocha en
abanico, y el Oxygen Complex.
Y
cuando pensaba que ya se había acabado siguió el masaje, ahora por
la espalda. No estoy muy segura si babeé encima de la sábana, y es
que era como estar en el cielo y en esos momentos de relajación una
deja de ser fina y se vuelve muy básica.
Para
acabar me pusieron una protección solar con color - NB Ceutical
Extra Smooth high proteccion SPF 50-, y un contorno de ojos con color
también de la línea NB Ceutical.
Al
mirarme en el espejo parecía que llevase incorporado un foco de luz
y un difusor, de esos que se ven en las sesiones de fotos de las
revistas. Vamos que me
dejaron como si fuese a salir en la próxima alfombra roja.
Reconozco
públicamente que después de pasear mi nueva piel por toda la
ciudad, comer un amigas y cenar con amigos me fui a la cama sin
tocarme la cara. Y es que me sentía como si después de comer en el
Celler de Can Roca, tuviese que cenar un bocadillo de mortadela, y
preferí seguir saboreando lo que había sido un menú tan
espectacular.
Pero
prometo que no lo volveré a hacer, y seguiré cuidándome la piel
por la mañana y por la noche, y me haré un peeling semanal,
y me pondré mascarillas nutritivas para que mi piel no pase hambre.
Ains pero es que olía tan bien a rosas, y el cuerpo me brillaba
tanto....
Desde
aquí tengo que agradecerle a Rosi que me hiciese el tratamiento, y
que me dejase en la gloria, fue un placer haber estado en sus manos.
Y
darle las gracias a Carla por haberme dejado tener esta experiencia
tan increíble. Es como si fueses una estrella de cine durante una
hora y pico.
El
tratamiento no es muy caro para tratarse de algo que se hacen las estrellas para los
Oscar, y que te deja tan estupenda, aproximadamente cuesta unos
90-100 €. Y puedes hacértelo para preparar la piel para el verano,
para conseguir un bronceado uniforme, o para ir estupenda a cualquier sarao de alcurnia.
Una
vez al año habrá que mimarse, y los autorregalos están permitidos ¿verdad?.
Yo os lo recomiendo, además te deja el cuerpo con la piel como si te acabases de poner crema, toda suave y jugosa.
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