PARÍS
LAS VEGAS. EL DESFILE DE LA CONDESA SS 2017. Madrid Fashion Show.
He
llegado rendida y con ampollas en los pies de mi día en la capital.
Y es que esto de ser de pueblo pequeño y hacer viajes relámpago a
Madrid hace que quiera concentrarlo todo en las pocas horas que voy.
Pero
comencemos por el principio, que así será todo más fácil.
Una
está poco curtida en esto de los desfiles de moda y cuando me
enviaron la invitación me dio un vuelco el corazón.
“Ay
que voy a ser conspicua y yo no lo sé”, es lo primero que me vino
a la mente. Pero como en todo en esta vida hay clases. Los conspicuos
de verdad tenían la invitación con el nombre, la mía era del
montón, pero no nos vamos a quejar por eso, que yo con mi invitación
estaba más feliz que una perdiz -al final soy una pseudoblogger
facilona-.
Esta
vez volvía a hacerse la MFShow en el Museo del Traje de Madrid,
cerca de Ciudad Universitaria.
Bien, un sitio conocido, así que tenía claro cómo llegar, y por dónde
se entraba -la anterior vez, al llegar a la puerta que hace esquina entre la Avenida Puerta del Hierro y Avenida Juan de Herrera y
ver que estaba cerrada con candado casi me muero, resultó que se
había abierto la que daba a la directamente a la Avenida Juan de Herrera-.
Save the date para el desfile de La Condesa, sept 2016 |
Con
todo estudiado me tracé un plan -ya os he dicho que este año quería
ser algo más organizada-. Como iba a estar todo el día trotando por
Madrid, y las temperaturas que se esperaban eran de 33 ºC pensé en
llevarme mi shopping bag negro, y dentro me pondría una camiseta de
repuesto y mis tacones, así me mimetizaría con los asistentes al
desfile.
No
hay nada peor que planificar algo. La ley de Murphy se cumplió a
rajatabla. Llegué acalorada al Museo del Traje, y es que ir en metro
y pasear con las puertas del infierno abiertas es lo que tiene, que
una mortal suda. Mi sorpresa fue que la entrada de la esquina, la
primera que te encuentras si vas de la parada del metro de Ciudad
Universitaria, estaba llena de gente.
¡¡¡¡HORROR!!!
Esto no me puede estar pasando a mí. ¿Y mi momento para sentarme en
el banquito y cambiarme de zapatos? ¿Y mi momento para ir al baño y
pasarme las toallitas húmedas y cambiarme de camiseta? Casi
hiperventilo. Estaba sudando, con mi chaqueta de La Condesa a
cuestas, con mis sandalias planas, mi dolor de pies de haber estado
horas en el Thyssen, y allí estaba todo el mundo, tan mono, con sus
tacones, todos secos como si el aire acondicionado estuviese en
marcha para todos, excepto para mí.
Tuve
que esperar hasta que el banco se quedó libre, y me senté, rendida
ante el hundimiento de mis planes. ¿Me cambio los zapatos delante de
todos? Total nadie me estaba mirando, y es lo bueno de ser una
desconocida, nadie repara en ti. Hasta que un hombre me dice “Estas
acalorada ¿verdad?”. Ante un aseveración tal no puede más que
admitir la cruda realidad, hace mucho calor.
Era
Miguel, un marchante de arte -o eso le entendí- que se apiadó de la
chica de provincias derrotada y que se notaba que estaba fuera de su
ambiente.
Miguel
está muy acostumbrado a ir a desfiles de moda, había asistido a
todos los desfiles de la MFShow de hombres y esta semana le tocaba la
de mujer, y la semana que viene Cibeles. Me confesó que al final te
cansa ir de desfile a desfile. “Piensa que hay gente que le
gustaría estar en esos desfiles”, es lo que se me ocurrió decirle,
y en ese instante me acordé de la frase de Meryl Streep al final de
Devil wears Prada “a todos les gustaría ser nosotras”, y es que
hay veces que me salen cosas muy dramáticas. Gracias a los dioses
que Miguel no se dio cuenta.
Confesé
que siempre que voy a un desfile me siento fuera de lugar, como si
ese mundo no fuese conmigo, está todo lleno de gente altísima,
delgada, guapísima, con un maquillaje perfecto, a las que parece que
ni el frío ni el calor les afecta, que no les duelen los tacones.
Supongo que me gustaría dar esa sensación de perfección, pero es
que yo no soy así, me acaloro con temperaturas de 33ºC y no consigo
ponerme una chaqueta, y mucho menos abrochármela ponerme unos
vaqueros y un turbante por mucho desfile al que haya que ir; llevar
todo el día stilettos me cansa sobremanera, hasta el punto de querer
amputarme los pies con un cuchillo sin filo.
Miguel
con una sinceridad brutal me dijo que lo que más le aburría de los
desfiles era que había mucha apariencia y poco transfondo. Mucho
bolso de imitación, mucho ponerse extravagante para salir en las
fotografías. Recordé en ese momento mi ingenuidad al preguntarle a
uno de los fotógrafos qué buscaba para capturar un estilismo de
street style, qué buscaba para hacer sus fotografías, al final no
me aclaró nada -por cierto este mismo fotógrafo estaba en el
desfile y también haciendo fotografías a los asistentes después
del desfile, no me atreví a volver a preguntar por si esta vez
estaba más inspirado-.
Missy Sale Asistentes al desfile |
Tocaba
pasar por la puerta, dar tu nombre a dos chicas muy majas con una
lista, te daban un minipapel con el sector que te había tocado, yo
era un B5 -¿qué significará? Aún no lo sé-, Miguel era un B. Lo
que tengo claro es que lo que mola era ser por lo menos un A.
Esta
vez no me acompañaron a mi asiento, y no encontré mi nombre, así
que dos chicos muy majos me dijeron que una azafata les había
confesado que habían tenido problemas con las tarjetas y que
sentasen donde quisiesen de la fila B5, así que planté el pandero a
su lado -nadie pareció molestarse-.
Missy Sale Invitación al desfile, exposición sobre la inspiración de la colección que te dejan en el asiento, obsequio de la marca -en este caso una preciosa bandana-. |
Además
de en las gradas, enfrente había una fila a pie de pista con los
VIP, donde estaba Chuchi -ya os hable de Chuchi-, Ruth Lorenzo con
una chaqueta Smoking Comandate -sí, la cantante-, también estaba
Madame de Rosa con la Smoking Comandante -sí, la del programa de
tele-, vamos lo dicho, los VIP.
Y
cerca de mí estaba Mayte de la Iglesia con un traje de dos piezas con
el estampado de escarlatina tropical. Ufff si al final no estoy en
tan mal sitio.
Se
bajan las luces y suben los cantos de pájaros y el sonido de la
selva ¿pero esto no era de Las Vegas?. Suena la música y salen 4
chicas con un mono blanco y al llegar a la mitad de la pasarela se
quitaron los monos blancos y se quedaron con unos bodies rosa, y
comenzaron a bailar, las dos primeras se pusieron un polisón de
plumas y un abanico también de plumas, las dos siguientes unas batas
de gasa y un guante rosa y negro, era como estar en la trastienda de
un espectáculo de Las Vegas y ver cómo se preparan para el
espectáculo, ahora ya comenzaba a ver la relación. Ay la leche, si
ahora son flamencos, las chicas del polisón se transformaron en el
cuerpo y las piernas, y las chicas de los guantes eran en cuello y la
cabeza -para eso eran los guantes-.
Fotograma del vídeo del desfile Podéis verlo en la web de MFShow |
Fotograma del vídeo del desfile Podéis verlo en la web de MFShow Arranque del desfile con los flamencos humanos |
Entran
las modelos, una mezcla entre los trajes que tenemos en la retina de
las mujeres en el salvaje oeste, flores pequeñas, chaquetas
entalladas con faldones, y a la vez tan parisino, podrían recordarte
a cualquiera de las dos ciudades.
¿Lo
que más me ha gustado? Bueno, primero he de reconocer que podría vestirme sólo
con ropa de La Condesa, pero sé que eso es materialmente imposible, ya
me gustaría que todo me quedase bien, y ya me gustaría poder
arrasar con las existencias del palazzo, pero la realidad es cruel, a
veces. Si me tuviese que quedar con prendas que me han enamorado, la
blusa blanca con mangas abulloadas, el vestido blanco, el perfecto de
cuero azul con la manga llena de incrustaciones de piedras rojas, la
revisión de las chaquetas de la colección “Ver Italia y morir”
-me quedé con las ganas de hacerme con el modelo Limoncello-.
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas |
Genial
el “maquillaje” de las modelos, bueno no sé si se podría
denominar maquillaje, eran flores semi-secas pegadas al cuerpo de las
modelos, quedaban realmente espectaculares, le daban mucho colorido a
los modelos. Enhorabuena a los creadores.
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas Detalle de las flores pegadas al cuerpo |
Vogue Desfile de La Condesa, colección París Las Vegas Detalle de las flores pegadas al cuerpo |
Y
como fin de fiesta salieron las vedettes, dos como tales y las otras
dos con unas preciosas chaquetas Beattle rosas, y un cantante -siento
decir que no sabía quién era-, e hicieron un espectáculo digno de
un fin de desfile. El carrousel del final fue una fiesta, con las
modelos bailando.
Cohetes
con confeti rosa y dorado, y una exultante diseñadora salió con la
chaqueta más bonita que haya visto, en rosa chillón con
condecoraciones -no me digas que es modelo exclusivo de diseñadora
que muero-.
Fotograma del vídeo del desfile Podéis verlo en la web de MFShow |
Fotograma del vídeo del desfile Podéis verlo en la web de MFShow |
Simplemente
puedo decir, gracias por haber dejado que fuese testigo del
espectáculo.
Después
del desfile fue el cocktail, que consistió en agua -que se acabó
demasiado rápido-, cerveza, y mojitos -que ni olí porque la cola
era muy larga y yo tenía pocas ganas de mojitos, y eso que Miguel me
había dicho que estaban muy buenos-.
Como
siempre ese es el momento en el que más aprecio que soy una invitada
de paso, todo el mundo se conoce, todo el mundo saluda al
protagonista del espectáculo, todo el mundo conspicuetea unido, todo
el mundo se hace la sesión de fotos con el modelito que lleva.
Yo
me dediqué a cotillear un poco, como un espectador con quien no va
la fiesta.
Pude
ver en directo las creaciones que Moisés Nieto ha realizado con
telas de materiales reciclado que promueve Ecoembes, y que podéis
comprar en la web del MFShow. Además me enteré de que se estaban
impartiendo unos talleres para estudiantes de la escuela de diseño
-no me preguntéis cuál que no lo pregunté-, y tenían que
confeccionar prendas con las telas de materiales reciclados, estas
prendas no se podrán a la venta -lástima seguro que hay cosas muy
chulas-.
También
entendí porqué había un burro con chaquetas de La Condesa, para
que te hicieses fotos en el photocall de AEG con ellas -a mi no me
hubiesen cubierto ni un brazo- es lo que tiene no tener talla de
pasarela-.
La
necesidad de ir a un aseo hizo que viese a la madre de La Condesa, a
su hermana y a su suegra. No pude resistirme a felicitarlas por el
fantástico trabajo de Marina, “se lo merece, ha trabajado mucho”
me dijo la madre de El Consorte. Y es cierto que cuando vemos a
alguien en un momento de éxito pensamos que le ha sido fácil llegar
ahí, y como oí en una entrevista a Rosa Montero “las cosas
simples son las más bellas, pero necesitan de mucho trabajo” hay
veces que se nos olvida.
Gracias
a este asalto me enteré de que el artífice de las alas de la icónica
Ícarus es el tío de El Consorte de La Condesa, que es pintor.
Desde
aquí les agradezco la paciencia que tuvieron conmigo, su simpatía,
y su cercanía. Sois más majas que las pesetas.
Después
de tanto glamour no pude más que sentarme en un banco y dio la
casualidad que estaba enfrente del photocall de TRESemmé, y pude ver
toda la sesión de fotos que se hizo Ruth Lorenzo con La Condesa, con
Chuchi, con Madame de Rosa, unos y otros, otros y unos. De repente
una chica va acelerando su paso diciéndole a otra “si esa de ahí
es la cantante esa”, les hizo una foto, ignoro si acabó
acordándose del nombre de Ruth Lorenzo.
Estuve
tentada de asaltar a Marina y declararle mi amor por su chaqueta,
pero pillé un trozo de conversación con unas amigas, cuando iba a
realizar el abordaje, en el que confesaba que quería ir corriendo a ponerse
unas zapatillas. Ante esa necesidad, que conozco tan bien, no podía
entretenerla con algo tan trivial como alabar su chaqueta y su pelo
rosa.
Cansada y agradecida salí del Museo del Traje profundamente alegre por haber tenido el regalo de esta experiencia.
Gracias
a todos los que hicieron posible un espectáculo así.
¡Qué chulo todo! Tiene que ser toda una experiencia...me alegro que lo disfrutaras tanto
ResponderEliminarP.D. Yo iría sin modelo B y no llegaría divina como el resto ;)
La verdad es que el desfile estuvo genial, y me chifló el momento vedette subida en una lavadora.
EliminarPor cierto, creo que a partir de ahora dejo de planificar. Al próximo desfile iré a pelo, como he ido siempre, que eso de llevar cosas para ir divina deja la espalda hecha un cristo.
Me encanta la ropa que llevaste para el desfile..:D
ResponderEliminarUff yo después de ver a las asistentes se me deshinchó un poco el ego fashionista, pero una es muy digna, levanté la cabeza y mantuve la actitud como si fuese vestida de Dior.
EliminarGracias por darme ánimos ahora que el espíritu del bueno de Christian me ha abandonado.
Y gracias por leerme