CORNUCOPIA,
PRIMER DESFILE DE LA CONDESA. UNA NOVATA ENTRE FASHIONISTAS.
Y
es que me sentí la más pardilla del lugar. Pero eso es adelantar
acontecimientos.
Lo
primero que hice al llegar a Madrid fue ir directa a Speed & Bacon, donde venden las colecciones de La Condesa. Como una campeona
de pueblo pequeño me fui andando, de todas formas no tardé más de
media hora, y es que va en contra de mi religión ir en metro, al
menos por el centro de Madrid y si no voy cargada con maletas.
Decepción,
La Condesa se había llevado muchas prendas para el desfile, pero
daba igual, si la prenda en cuestión se la podía poner una modelo,
a mi no me entraría ni en una pantorrilla. Además iba con la
secreta ilusión de encontrar en la sección de outlet una
chaqueta del verano pasado, en piel rosa, me quedé enamorada nada
más verla, y después, por unas cosas u otras no la compré. Me
arrepiento amargamente, en fin no estaba, y mi gozo en un pozo.
Una de las chaquetas por las que suspiro, y eso que no me gusta el rosa, pero me estoy reconciliando con él después de esta maravilla. |
De
todos modos me hubiese llevado media tienda, la sección de FuriaMadrid
me encantó, tenía cosas fantásticas, pero fui lo más práctica
que pude, tenía que volver a casa y para ello debía llegar viva y
con los bártulos a la estación, no me cuadraban los cálculos si me
compraba lo que quería.
Después
de un par de vueltas a la tienda como un animalillo asustado no pude
resistirme a un pequeño colgate en forma de estrella de la marca
Hops, evidentemente lo estrené para el desfile. Es ínfimo, sin
embargo esa ínfima tontería puede marcar una significativa
diferencia en un estilismo.
Estrellas de Hops |
Agradezco
desde aquí la paciencia de la chica que me atendió -se me pasó
preguntarle el nombre para honrarla como se debe, lo siento- yo
quería sacarle una foto para que la conocierais, pero es tímida,
igual que una servidora y declinó el ofrecimiento. Lo entendí
perfectamente.
Speed & Bacon |
Y
después de esto otra caminata para ir a comer. Tengo una tradición
propia, cada vez que paso por Madrid voy a Don Zoko, en la Calle
Echegaray, y como últimamente siempre voy sola, siempre me ponen en la misma mesa, ¿será la mesa de los inadaptados raros que van a
comer sin perrito que les ladre?.
Cuando
salí de mi fantástica comida -me parece estar saboreándola de
nuevo en estos momentos- se puso a llover, y corrí a refugiarme al
hotel. Era eso o entrar en el cine, y no había nada que me hubiese
mantenido despierta.
En
mi tarde de descanso leí el comentario de Elena del anterior post. En Madrid hacía frío y ella corriendo desde el trabajo iría con
unos leggings y unas botas. ¡Mierda! ¿quién me mandaría a mi
llevarme tacones? Bueno sí lo sé, después de empaparme de los
modelitos que las conspicuas llevan a los desfiles del mundo, pensé
que para fundirme con los asistentes era eso, o unas sandalias
horrorosas con calcetines. Además eran la inversión de estas
rebajas, ¿qué mejor forma de estrenarlos que para un desfile? Eso
sí como tienen aberturas me los puse con medias, no quería
amputarme los pies por congelación. No quedaban tan bien, pero no
iba a morir por ello, y es que de frío sí podía morir.
No
me compliqué mucho, mis pantalones de cuero azul klein, que
introduje por dentro de la pulsera de los zapatos para abombacharlos
y darle otro aire. El resto en negro, con un color fuerte en el
conjunto yo ya tengo suficiente. Para que no quedase demasiado soso, un clunch con estampado de leopardo. Dándolo todo en el
primer desfile al que asisto, como se tiene que hacer, que sólo hay
una primera vez.
Que nadie se asuste, mi chaqueta era en negro, pero no he encontrado foto en la red. Puedo asegurar que fue una inversión, he llegado a pasar calor en Madrid con esas pieles. |
Salgo
del hotel y me encamino al COAM. Ya había reconocido el terreno en
la caminata hacia Speed & Bacon, pero no hubiese sido difícil
encontrarlo, una puerta con un montón de gente arremolinada delante,
sólo puede significar que allí hay un sarao. Me acerco a la
mesa para decir mi nombre, era una invitada al evento, pero allí no
llevaban el control de los invitados, sólo las acreditaciones de
prensa. ¡Dios mío si habían tantas chicas para dar acreditaciones,
eso debía estar plagado de prensa!. Qué nervios.
Subimos
al tercer piso, y yo, para que no se notase lo pardilla que soy seguí
a la gente.
Y
¡qué montón de gente,! todo el mundo parecía conocer a todo el
mundo, y andaban saludándose como viejos amigos. ¿Pero qué hago yo
aquí? ¿Si a mi no me conoce ni el Tato?
Sin
darle mucha importancia a lo que me rodeaba -chica, ante todo
seguridad en una misma, que no noten que estás fuera de tu mundo
pequeño- me dirigí a la pasarela. Por el camino vi un stand de laca
de uñas Essie, una barra de gin tonics, unos puffs llenos de
conspicuos, y un foto call. Pero yo no me paré por nada. Y llegamos
a la zona del desfile, un montón de asientos reservados, casi todos
en la primera fila. Me costó encontrar un sitio en el que plantarme.
Lo conseguí en segunda fila, y resulta que la Heredera de La Condesa
acabó delante de mi.
Se
llena la sala hasta los topes. Yo como estaba sola en ese mar de
gente me dediqué a mirar los modelitos del gentío. Un chico con
unos pantalones blancos con una franja fucsia, me encantaron.
Muchas
zapatillas deportivas, con todo, de hecho vi a una mujer con el traje
entero Jagger con unas deportivas con cuña. Pero no todo eran
deportivas, había conspicuas de las de verdad, con tacón y sin medias. Todo el mundo conocía a todo el mundo, y estaban encantados
de verse de nuevo. Qué envidia, yo era un motita de polvo entre
tanta purpurina.
Mucha
chaqueta de La Condesa, pero ¿eso no era de mal gusto? Se ve que no,
yo por si acaso, y por el frío, elegí una pelliza negra.
Aparece
la Heredera, una mini-Condesa, con su mini-chaqueta y sus
mini-deportivas, escoltándola el Consorte, con una chaqueta soldado
James en azul, fantástica. Un momento, esa señora rubia, lleva una
chaqueta de la firma, ¿será La Condesa Madre? Puede ser, irradiaba
felicidad, y una madre en el primer desfile de su hija también
irradiaría felicidad. Y la que tiene en el regazo a la Heredera,
será La Condesa Hermana, perfecta con esa falda de tul con cinturón
de borlas de colores.
Se
apagan las luces y comienza la música. Se encienden los televisores
y se pone en marcha el vídeo de presentación. ¿Es una declaración
de la firma? Tiene un toque irreverente ¿por qué vestir en blanco y
negro? ¿Por qué vestir como el resto? Eso parece decir el video.
Aparece Marina diseñando, las artistas costureras cortando y
cosiendo las chaquetas. Me emociona que un diseñador haga que los
trabajadores que dan vida a sus diseños salgan a la pasarela, aunque
sea en un vídeo.
La
música, vibrante y un poco canalla, sirve de fondo para las modelos.
Me sorprendió que con el primer diseño la gente no se arrancase a
aplaudir, era un momento histórico para la firma y para los que
estábamos ahí, el primer modelo del primer desfile.Aquí se ve la
poca experiencia que tengo yo en estas lides.
La
gente no paraba de hacer fotos, de hacer vídeos, el Consorte de La
Condesa estaba con su i-phone registrándolo todo. Yo andaba
anonadada, intentado recordar qué acababa de ver, cómo era cada
estilismo. Mi mente no daba para tanta información, gafas nerd
a lo Terry Richardson, chaquetas utilizadas como si fuesen casacas de
los húsar, faldas de lamé, perfectos de cuero negro con una
manga blanca, capas -mi favorita la que he bautizado como “caperucita
roja”, una capa roja con capucha y el interior de terciopelo-…
Húsar |
Soy sólo yo o a vosotros también os parece la foto de graduación ¿? |
No
continúo que para eso están las fotos de los profesionales. Yo
estuve tentada de hacer alguna foto, pero no serían de buena
calidad, se verían parcialmente, y todo para demostrar que estuve
allí. No hace falta yo sé que estuve y con eso sobra.
Elle |
Elle |
Elle |
Elle |
Elle |
Elle |
Elle Mi Caperucita Roja, me encantó esta capa, no lo puedo evitar. Sólo le falta el bastón de la otra capa larga en azul. Simplemente perfectas |
Elle |
Acaba
el desfile, comienza el carrusel, las modelos hacen un pasillo, y
aparece La Condesa, llueve confeti, y La Condesa comienza a saltar.
Creo
que estaba tan emocionada que casi no ve a su pequeña Heredera, y a
su Consorte. Un abrazo de los tres para el final del desfile.
Enfemenino |
La
flora y fauna del lugar se comenzó a levantar, volvieron a
saludarse, volvieron a alegrarse, y yo no sabía qué podía hacer,
¿me hago un gin tonic como recomienda La Gran Vía es Mía? Preferí
salir hacia una suculenta cena. Eso si un fantástico chico me dejaba
pasar, y es que detrás de mi estaba Nathalie Seseña, y el chico la
reconoció, bueno no sé si lo describiría así, la cuestión es que
quería una foto con ella, después saber dónde estudió
interpretación -en una academia en París- y ahí ya no aguanté más
metí barriguilla y salí de entre los bancos.
En
mi huida se me cayó el móvil, no sufrió, gracias por preguntar. Al
salir ya no estaba la barra de uñas Essie, pero seguía la barra de
gin tonics, y seguía la gente feliz de estar allí.
No
puedo más que felicitar al equipo que hizo posible el desfile, su
trabajo fue fantástico. Y la colección, ¡¡¡¡Ohhhh!!!! la colección, como
siempre la quiero, o por lo menos casi toda. Y desde mi blog pequeño
quiero agradecer a La Condesa y El Ama de Llaves el haber contado
conmigo para compartir este momento tan especial.
Así
fue mi experiencia en el día C de La Condesa. Pero hay más
peripecias de la pequeña Missy en la gran ciudad. Aunque eso será
otro día.
ACTUALIZACIÓN: desde Twitter he localizado esta crónica del desfile de La Condesa. Como no es la típica que encuentras en las revistas os pongo el link del blog Entender la belleza de la nena
ACTUALIZACIÓN: desde Twitter he localizado esta crónica del desfile de La Condesa. Como no es la típica que encuentras en las revistas os pongo el link del blog Entender la belleza de la nena
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