10 febrero, 2014

GOYAS 2014. ESO NO SE HACE NIÑA


ESO NO SE HACE NIÑA. GOYA 2014

Que nadie se piense que yo sé más que nadie de moda, pero en esta sección intentaré explicar por qué hay modelitos que no concuerdan con la actriz que lo lleva, que no la hacen brillar. Todo para que eso no se repita en casa.
Pero como siempre para gusto los colores, y ésta es sólo mi opinión.


Guardemos las formas
Y no tiene nada que ver con el protocolo que se ha de llevar en una noche de etiqueta, con lo que a mi me gustan los modelos que transgreden las normas, me ha encantado el vestido de Dior de Manuela Velasco, y se supone que es demasiado corto para una noche de gala.
En realidad me refiero al vestido de Ruth Gabriel, sé que es del finalista del concurso “Who's the next” Moisés Nieto, y me parece perfecto que haya alguien que apoye a los diseñadores que empiezan. Sin embargo, esa especie de lazo/mangas a la altura de las caderas, esa falta de formas en el vestido no puedo alabarlo. Seguro que Moisés Nieto tenía mejores opciones, y por mucho que hayan intentado poner de moda las mangas falsas, yo sigo sin verlo, y menos aún para un vestido de noche.
Creo que un vestido que fluyese sobre su figura hubiese favorecido a su silueta, sea la que sea la que posea, porque podría ser Triki, el monstruo de las galletas, que con esas hechuras no lo hubiese descubierto nadie.


Ruth Gabriel, de Moisés Nieto
Vogue
Goyas 2014


Simplemente un apunte más, la diadema que llevaba, que me parece un complemento que iba muy bien con el peinado, y que le daba un toque especial al conjunto, y sin embargo no me convencía nada cómo la llevaba, demasiado caída hacia la cara, muy coronita.

El poder del complemento
Aplaudo la valentía de salirse de lo establecido, por lo que me encanta la opción de Nadia de Santiago, un mono rosa palo -nude para algunos-. Pero amiga, esos zapatos no los veo. Serán cosas mías, pero me da la sensación de amalgamamiento en los tobillos, no había separación óptica entre el pantalón y los zapatos, creo que subiendo un poco el bajo del mono, y añadiendo unos zapatos de un color vistoso habría ido perfecta.

Nadia de Santiago, de Miguel Palacio
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Goyas 2014

Y otra cosa, soy yo o los bolsos grandes en las galas quedan rarunos. Un bolso más pequeño y este sí metálico hubiese sido fantástico.
Muy importante cuidar esos detalles, muy pequeños por otro lado, pero que hacen que un estilismo quede perfecto o necesite mejorar.

El cut-off no es para todas
Es cruel decirlo, pero los vestidos cut-off no son aptos para todas. Y visto lo visto en estos Goya, creo que no es tanto tener un cuerpo escultural, como el no pasarse con las aberturas.
El vestido de Lorenzo Caprile de Nathalie Poza no me transmite glamour, en realidad, y sin ánimo de ser cruel, me recuerda a un trikini con un pareo. Es posible que con una aberturas más discretas hubiese conseguido un efecto más favorecedor.
Igual me pareció con el vestido de Mar Saura, con esas aberturas laterales, parecía tener una silueta rectángulo.

Nathalie Poza, de Lorenzo Caprile
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Goyas 2014

Por mucho que se lleve una tendencia, mejor no pasarse y pecar de discretas que intentar ser la más sexy del lugar. Pero claro, puede ser que yo sea demasiado conservadora para ese tipo de vestidos. Realmente ellas parecían cómodas con lo que llevaban puesto, y ese es un punto muy importante cuando vas vestida de gala.

Sacate partido
Marina Aguilera siempre me ha parecido una chica muy atractiva, y que con esa belleza necesitaba poco para ir perfecta, pero no creo que este vestido negro de David Valls la haya hecho brillar en un evento tan especial para un actor. A esto se suma la falta de complementos que animen la propuesta, además los salones negros no hacen ningún favor al resultado final.
También es posible que en este caso no falle tanto el vestido como la actitud de quien lo lleva, y es que me da la sensación de que se hallaba forzada en el posado, pero pueden ser cosas mías.

Marina Aguilera, de David Valls
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Goyas 2014

Es muy importante cómo te sientes con lo que llevas puesto. El caso contrario lo tenemos con Macarena Gómez. En otra persona el vestido de Lorenzo Caprile podría no haber causado tanta sensación, y es que ir repleta de lentejuela de un color complicado, como es ese tipo de verde -verde claro tornasolado-, pone a prueba la seguridad de cualquiera.

Macarena Gómez, de Lorenzo Caprile
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Goyas 2014

Además de los complementos y la actitud, hay que cuidar el peinado y el maquillaje. Ir discreta no quiere decir que parezca que vamos a la playa, y eso es lo que me ha  trasmitido Marina, tanto con el peinado como con la elección de los colores del maquillaje. Pero que conste que es sólo una opinión, y sólo quiero ilustrar los deslices que estilistas y actrices pueden cometer, pero es que todos somos humanos.

La edad no es excusa
Lo siento pero me horrorizó el estilismo de Terele Pávez, y no creo que sea excusa la edad, mira a Helen Mirren. Tantas capas de rojo, parecía mucho más voluminosa de lo que en realidad es. Tanto frunce, tanto metro de tela, para qué, ¿tenía algún propósito escondido que se desconoce?.
Y siento decir que los zapatos me parecieron un crimen al estilismo. Ese peinado y ese maquillaje, demasiado oscuro y exagerado no le aportaba luminosidad a la cara, acentuando las líneas de expresión. Pero puede que quisiese darle un punto siniestro al conjunto, como homenaje a su papel en la película.
Terele Pavez
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Goyas 2014

Sé que puede ir mucho mejor, y ni la talla, ni la edad son excusa.

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