04 septiembre, 2014

ATENTADOS CONTRA EL ESTILO. VERANO


ATENTADOS CONTRA EL ESTILO. VERANO

No sé muy bien por qué, pero este verano ha habido un detalle que me ha obsesionado, son los atentados contra el estilo. Tengo amigos que son del parecer de que cada cual vaya como quiera, sin embargo a mi me chirría mucho ver a señoras entradas en años, muchos años, andar por la calle con un bikini y unas chanclas e, incluso, entrar en un supermercado. No me imagino que en pleno centro de una ciudad grande -imagínese Madrid, Barcelona, París, Roma- sea bien visto que se pasee un turista, o viajero medio en bolas, por mucho verano que sea ¿por qué cuando la gente va a la playa piensa que está todo permitido?

Estoy de acuerdo que en verano, y aún más en vacaciones, te apetece llevar cosas ligeras, no complicarte mucho la vida, y sobre todo sobrevivir al calor y a la playa. Sin embargo hay un montón de soluciones prácticas y con más estilo que ir por la calle con el bikini y arrastrando las chanclas.
De hecho uno de los posts más recurrentes que he leído en verano ha sido cómo vestir con estilo cuando el calor aprieta, por supuesto el modelito para ir a darse un chapuzón estaba contemplado. Aparece en revistas, en suplementos, en blogs, ¿nadie le hace caso?


Ilustración vintage extraída del Flickr de Norma Valentine 

Este verano he visto descalabros que rozan lo inimaginable, pero ha habido uno que me ha llamado poderosamente la atención. Se ha repetido hasta la saciedad, no sé si será una corriente en todas las costas del mundo, o sólo pasa en mi pueblo pequeño.
Con esta moda de correr, cada día que iba a entrenar me encontraba con, al menos, 20 personas escapando de perros imaginarios y corriendo como locos. También se ha escrito mucho de cómo vestir bien para ir a hacer deporte, el equipo básico para ser un corredor, y un largo etcétera, y lo que no llego a entender es que dentro del equipo del “buen corredor” estuviesen incluidos los calcetines largos y subidos hasta la mitad de la pantorrilla. Vamos a ver, al lado de la playa, y en pleno verano ¿hace falta llevar los calcetines de la abuela del pueblo? Que algunos me diréis, pero es que hay calcetines de alto rendimiento para carreras intensivas, pero no eran de esos, eran un calcetín más largo, y no creo que tener una banda elástica en pleno gemelo sea muy bueno para la carrera.

Aunque lo que hacía esta escena ridícula es que los hombrecillos que se atrevían con semejante look iban sin camiseta. Vamos a ver ¿es necesario? He acabado harta de ver torsos desnudos de hombres intentando ponerse en forma, los he visto peludos, muy peludos, morenos, llenos de pecas, como un cangrejo, musculados hasta casi reventar la piel, arrugados, con barrigas prominentes, vamos como el anuncio de la Coca-Cola -para los altos, para los bajos...-. Por favor la ropa de deporte sirve para algo, utilícenla.

Foto extraída de la web We Run Barcelona.

Por cierto tienen una entrada sobre si es mejor entrenar con camiseta o sin camiseta, Yo que soy muy pudorosa prefiero la camiseta.

Que nadie se crea que con septiembre ha mejorado la cosa, ¡Nooooo!. Ayer mismo vi un señor con una camiseta de John Galiano, unas bermudas pistacho y unas crocks azules, todo rematado con la gorra del hijo. Este buen hombre ha provocado que yo hoy esté dándole la brasa al mundo cibernético. Mi cerebro no ha aguantado más y he tenido que compartirlo con todos.

Esta es la versión con estilo del modelito que llevaba el hombrecillo en cuestión. Y sí, se puede empeorar con unas bermudas verde pistacho cargo.

Sorprendentemente no me ha costado demasiado confeccionar la réplica de lo que llevaba el turista en cuestión, eso me da un poco de miedo.

Ahora ya me he quedado tranquila, he reconocido mi paranoia de este verano y ya puedo volver a la rutina fashionista.

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