16 junio, 2016

DECORACCIÓN 2016. INTERVENCIÓN EN MONG STORE

DECORACCIÓN 2016. INTERVENCIÓN EN MONG STORE.
Creo que cada año disfruto más en el montaje de las intervenciones de DecorAcción, y eso es una suerte.
Este año también fuimos ambiciosas y decidimos presentarle nuestras ideas a la tienda de juguetes Kamchatka -esquina C/ Agustín y C/ Lope de Vega-, y a Motteau repostería de autor -C/ San Pedro-. Y como todos los años fue más difícil de lo que esperábamos.
Kamchatka tenía ya 5 interioristas peleando por ella, y como es lógico iban a valorar las propuestas por orden de llegada -vamos que si les gustaba la primera propuesta se quedaban con ella y no miraban más-, así que no hubo suerte.
Motteau, no tenía interiorista, pero querían ser muy meticulosos con la instalación porque les había encantado la que hicieron en 2015, y querían seguir por esa línea. Al final nuestra propuesta de constelaciones no les interesó.

Reconozco que esta es la parte que menos me gusta, la de llamar a los locales, quién sabe si les pillas en un buen momento, si a esas alturas del año pensarán en qué harán en junio o les pilla muy lejos. En fin que yo el tema de venderme lo llevo fatal.
Gracias a los dioses de la casualidad me fijé en Mong, adoro los diseños de sus camisetas, y tener la oportunidad de poder decorarles la fachada y el escaparate me pareció gloria divina.
Raúl fue un amor, y le pareció fantástica nuestra idea de las estrellas rojas enanas -una que es un poco rara y convierte el tema del Sol en una enana roja, que para eso es una estrella como el Sol, y es la más común en la Vía Láctea-.



Al fin teníamos local, ahora tocaba estudiar la mejor forma de representar las estrella rojas. Después de mucha investigación sesuda nos quedamos con tres formas de plasmar las estrellas.

1-. Pajitas para beber, unidas por una brida. Esta es muy fácil, nosotras cogíamos unas 30 pajitas, y las rodeábamos por el punto medio con una brida, apretábamos y despeluchábamos las pajitas de los extremos.
Estas son las estrellas que elegimos poner en la parte inferior de la fachada, al ser flexibles y quedar estrellas más pequeñas evitábamos que la gente se hiciese daño al pasar.


2-. Con bolas de poliespán y palillos de pinchos morunos. Nada mejor para estas cosas que el bazar chino de mi pueblo pequeño -que por otro lado he comprobado que tiene más mercancía que el chino de la Plza Matute en Madrid-. La técnica es muy sencilla, se parten las bolas por la mitad, y se clavan los palillos para pinchos morunos, nosotras utilizamos tres medidas de palillos, para darle más profundidad a las estrellas.
Lo engorroso de esta forma de hacer estrellas es que tienes que pintar los palillos y eso lleva bastante tiempo. Si los pintas con acrílico tienes que tener cuidado porque se pegan si los pintas todos juntos, y vas muy lento aplicando la pintura uno por uno, además de que necesitan varias capas de pintura y es más difícil hacer el degradado de colores que queríamos.
Al final ganaron las pinturas en spray, aunque sigues necesitando tiempo, un espacio muy aireado y una mascarilla. El degradado de colores lo hicimos pintando de rojo las puntas que irían clavadas a la bola, y de violeta las puntas de fuera, unificamos color con un color fucsia.
Evidentemente tienes que pintar por un lado y por el contrario para evitar que queden huecos sin color -eso es muy difícil, así que si lo probáis en casa no os agobiéis, los bastones de madera suelen girarse, o están doblados, y es casi imposible poder pintarlos bien-.
Después sólo queda clavar y clavar, una tarea de los más relajante.


3-. Los que bautizamos como estrellas invertidas -el nombre es horroroso, pero es la purita verdad, el color lo tenían en la parte cóncava-. Para hacerlas podemos utilizar una pelota, un globo,... queremos que la forma sea un bol redondeado, así que cualquier cosa que sirva de molde nos sirve -yo utilicé las bolas de poliespán-.
Y con paciencia y un poco de maña hacemos una estructura de papel maché que parezca un cuenco. Yo acabé las mías con papel de seda negro por fuera, y papel blanco por dentro -de este modo al pintar el interior los colores quedaban más vívidos-. Son completamente irregulares, y cada uno tenia un tamaño distinto.



4-.Hicimos otro intento de estrella, este fue un fracaso. Creo que todos hemos visto el DIY de la lámpara Random, parece fácil, humedeces el cordel en cola y agua, encuerdas un globo o pelota, y voilà ya tienes la estructura hecha.
Bien, pues yo humedecí una lana negra, le di vueltas a mi pelota de poliespán recubierta de plástico y esperé, y aquello no se quedó duro -puede que tenga que estar toda la noche a remojo para que penetre adecuadamente en la fibra, ya no sé qué pensar-.
Desmoldé cortando la estructura en dos, y volví a aplicar cola blanca, y aquello empeoró. Se formó una película de cola entre las cuerdas que sí que quedó dura. En fin que armada con un cuter tuve que vaciar los huecos si quería poder formar una estrella.


Para hacer los rayos pensé que lo mejor sería utilizar bridas -imitando a otra lámpara -de ésta no sé el nombre-. Craso error, utilicé unas 150 bridas pintadas y parecía que mi estrella tuviese problemas de alopecia. Al final rellené los huecos atando trapillo rojo a las partes de la estructura que no tenían bridas enganchadas.
Como todo este trabajo no iba a desperdiciarse decidimos que la utilizaríamos aunque fuese para decorar los bolardos de delante de la tienda.


Nos pasamos un día y pico montando, lo que más costó, los rayos que pusimos en el interior, un auténtico incordio hacerlos.
Lo que más nos hizo reírnos, el poner las estrellas en la fachada, y lo que más ilusión fue que nos felicitasen los vecinos que pasaban por allí -aunque hubo una mujer que prefería que arreglasen las calles a que se perdiese el tiempo con tanta fachada-.



Sin duda la instalación de las estrellas rojas enanas ha sido una de las más divertidas, por la tienda no paraba de pasar gente, y ahí estábamos nosotras subidas a una escalera atando lanas y colgando estrellas hechas de pajitas, poniendo nuestra “Estrella de la Muerte” en la “O” del letrero de la entrada. Ha sido una suerte tener a unas socias como Laura y Vanessa en este proyecto tan loco.

Además Raúl, Natalia y Dani fueron unos anfitriones geniales -supongo que ser un poco friky me ayudó a que estar rodeada por personajes de dibujos, series y películas me hiciese sentir un poco entre amigos-, y la confianza que depositaron en nosotras, y el trato fue genial.


Lo que más pena nos dio es que van a cerrar la tienda y por ahora no harán más camisetas Mong. Nos hubiese encantado volver el año que viene a invadirles con alguna locura de las nuestras, de todas formas esperamos que les vaya todo bien, y que retomen la producción de camisetas para deleite de todos.


1 comentario:

  1. La verdad es que ha sido divertidisimo, estoy de acuerdo en que cada año lo pasamos mejor. Me encanta esta cita anual!!!....en lo que no puedo estar tan de acuerdo es en que clavar los palillos fuera relajante...cuando los clavabas tu, crees que las demás estábamos relajadas? ;) xxxx...que me encanta tu post, como siempre, o más!!!!!!!

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