31 marzo, 2017

HARPER'S BAZAAR, YO QUERÍA SER ÚTIL Y VALIOSA ¿POR QUÉ NO ME DEJASTÉIS? Confesiones de una lectora diferente

HARPER'S BAZAAR, YO QUERÍA SER ÚTIL Y VALIOSA ¿POR QUÉ NO ME DEJÁSTEIS? Confesiones de Missy Sale


Este post comienza con un título que no sé si dejaré “Harper's Bazaar, si quieres saber lo que pienso leeme y no me hagas cuestionarios absurdos”, y es que hace unos meses me llegó al mail -no al del blog sino al de mi alter-ego de persona normal- la propuesta de Harper's Bazaar de entrar en el “Club de lectoras” y hacerme una especie de encuesta de satisfacción sobre cómo hacían la revista.
El trato consistía en registrarse y desde Harper's Bazaar te enviaban la publicación unos días después de la salida de cada número a los kioscos.
Había que leer la revista a fondo, te solían dar unos 5 días. Después te enviaban un cuestionario que tenías que completar con la revista delante. Si tardabas más de 10 días en completarlo te enviaban un recordatorio, y debías haber enviado cada cuestionario antes de recibir el siguiente número.
Además, tras acabar con la aportación recibiríamos una suscripción anual gratuita y las 15 aportaciones más útiles y valiosas recibirían una fragancia Lime Basil & Mandarine de Jo Malone (100 ml) valorada en más de 100€.

Ante estas premisas cuando recibí el primer número, el de septiembre, me leí hasta los créditos, quién era el maquillador de los editoriales, quiénes los ayudantes, los ayudantes de los ayudantes, vamos me lo leí todo. Incauta de mi pensé que tendríamos que hacer ensayos sobre por qué nos gustaban ciertos reportajes, qué nos atraía de los editoriales, nuestro punto de vista sobre la moda, vamos que tendríamos voz propia, que si te dicen aportaciones útiles y valiosas piensas en que te dejarán ser útil y valiosa. Sin embargo cuando llegó el primer cuestionario me quedé pasmada.

Anna Hammer

Era una encuesta, como las que te hacen por la calle, de las que valoras de 1 a 10, siendo un 1 la mínima satisfacción y 10 la máxima, pues así. En ese momento me vino a la memoria lo de “valiosas y útiles”. Era imposible ser valiosa y útil con un cuestionario cerrado que lo único que preguntaba era cómo valorabas el enfoque de los reportajes sin darte más opción que poner un número. ¿Cómo iban a saber por qué no valoraba más cierto reportaje si no me dejaban opción a explicar nada?

Los cuestionarios comenzaban por valorar la portada, la portada en general, el estilismo de la portada, y el atractivo de la modelo.
Sinceramente yo no suelo comprar las revistas por las portadas. Y es que con tanta letra, y tanto publicitar lo que encontraremos en el interior, al final la fotografía suele quedar desvirtuada y deja de parecerme atractiva. Valoro mucho que las portadas sean limpias y con el mínimo de texto posible -además eso me da la ventaja de que si me gusta mucho pueda enmarcarla y que forme parte de la decoración de mi casa-. Eso nunca lo sabrán los de Harper's Bazaar porque la empresa que gestionó la encuesta de opinión no me dejó opción de ser útil y valiosa.

Eso sí, en el primer cuestionario te pedían que dijeses a quién querrías ver en la portada siguiente. Nunca más se repitió esa pregunta.
Yo con todo el revuelo que había con las elecciones presidenciales en EEUU no pude contenerme, quería a Hillary Clinton en la portada, quería un reportaje sobre ella, supongo que eso no les pareció ni útil ni valioso a los de la revista.

Otro de los puntos que preguntaban era el interés de los temas destacados en la portada. ¿Cómo decirles que a mí que destaquen temas en la portada no me gusta? Igual había un botoncito por alguna parte por el cual podías introducir comentarios en cada sección del cuestionario y yo no lo vi, y claro, los pobres sólo pudieron ver una simple valoración cuantitativa de mi satisfacción del enfoque de los temas tratados en la revista, y al final no es culpa de ellos sino mía, por despiste, por no haber visto el dichoso botoncito, y yo aquí criticando sus esfuerzos.

Anna Hammer

Pero es que había preguntas que no entendía, debe ser que mi cerebro de pueblo pequeño no alcanza a vislumbrar la genialidad de sus ideas, y es que no entiendo que me pregunten sobre si me gusta el enfoque de la carta de la directora ¿en serio? Y si no me gusta su enfoque ¿qué haréis? ¿La cambiaréis? No es por ser mala, pero las pocas veces que he leído la carta de la directora me ha parecido aburrida, pero no únicamente de Harper's sino de todas las revistas. Yo quiero sentirme reflejada, quiero chascarrillos, quiero humor, quiero algo de locura, aunque supongo que no es ni el lugar, ni el formato para que la pobre directora lo pueda hacer, por eso suelo saltarla.

No creáis que lo siguiente es valorar el enfoque de un artículo sobre arte, sobre la trayectoria de una casa de modas, no, había que valorar el enfoque sobre los colaboradores. ¿Perdona? ¿Enfoque de cómo me los presentas?¿Enfoque de su carrera profesional?¿Me he perdido algo?

Anna Hammer

El objeto de deseo” que no sé si leéis Harper's Bazaar, pero esta sección es una fotografía de varios complementos. “La Lista”, una parte que se divide en un reportaje fotográfico, y de una recopilación de prendas y complementos. A ver ¿qué enfoque puedo valorar ahí? ¿Si la iluminación es correcta? ¿Si la modelo transmite alegría? ¿Si la combinación de prendas me parece atractiva? ¿Si me gusta que en la fotografía no se vean prendas o complementos que después sí están ahí porque aparecen en los créditos? Recapacitemos, una no puede ser útil y valiosa si no le dan opción a ello, repito.

Anna Hammer

Desde mi modesta inteligencia entiendo el valor de una buena encuesta, entiendo que hay datos muy valiosos que se deben extraer de los lectores para poder mejorar en puntos que, justamente por estar inmerso en el mundo interno de la publicación, son difícil de apreciar. Al final te debes a un cierto segmento de público, a ciertos intereses, a cierta forma de ver la vida, y la moda, por lo que has de cambiar según cambia tu target. Yo todo eso lo entiendo, al igual que entiendo que es muy difícil traducir un texto libre en estadísticas, que son las que al final mandan los cambios de dirección de empresas, incluidas las revistas que leemos. Es más fácil presentar a un cliente datos concretos, “la satisfacción con la sección de belleza en el mes de diciembre es de 9,27, aumentó con respecto al mes anterior. Se estima que el enfoque tomado es el correcto”, sin embargo han perdido la oportunidad de que las lectoras sean útiles y valiosas.

Harper's Bazaar, octubre 1931

Harper's Bazaar no sabrá nunca lo interesantes que me parecen los reportajes sobre arte y fotografía, lo increíble que fue leer el relato de Jhumpa Lahiri, o la colaboración de Leonhard Hurzlemeier para presentar los relojes en el mes de diciembre, lo interesante que fue leer sobre la historia de Thierry Wasser y su camino para ser una de las mejores narices del mundo responsable de grandes éxitos como Truth (Calvin Klein), o la de Jo Malone en el número de noviembre. Nunca sabrán lo que me divertí con el reportaje “Abre los ojos” en la sección de El Test escrito por Luz Sánchez-Mellado.
Del mismo modo nunca conocerán lo poco que me gustan sus composiciones de regalos, muy bonitos pero manidos muchas de las veces, o demasiado alejados del bolsillo la mayoría -sí el vestido de Prada es muy bonito, pero dile tú a mi madre que se gaste 4.500 € en Navidades para que su niña vaya estupenda a tomar copas con los amigos, o mejor aún, que vaya a Tiffany's a por un solitario de 3 quilates-. 
No conocerán que los reportajes de Carine Roitfeld me aburren, puede que porque me falte cultura visual, o de cualquier otro tipo -si la mujer es la directora creativa mundial de Harper's, digo yo que de esto sabrá, aunque yo no entienda sus fotografías, y haya muchas veces que no les vea la estética por ninguna parte-.

Harper's Bazaar, agosto 1940

Nunca conocerán lo que me gustan las portadas antiguas de las publicaciones de moda, y lo que me gustaría que hiciesen una retrospectiva coleccionable de las mejores de Harper's Bazaar, lo mucho que echo de menos las colaboraciones con artistas que hacían sus reiterpretaciones de la letra “B” característica de Harper's Bazaar, lo que me gustaba que antes fuese una revista grandota, con medidas distintas del resto. Pero es que seguramente no he sabido ser ni útil ni valiosa para la empresa encuestadora.

Harper's Bazaar, abril 1965

Este modo de hacer los test de satisfacción con el producto se repite en más revistas de moda, no penséis que esto es cosa únicamente de Harper's Bazaar. Por casualidad me topé con otra encuesta, esta vez de la revsta Glamour, el gancho esta vez eran unos pendientes de Market Place New York, los valoraban en 300 €. Como ya tenía en mente hacer este post me dije "Missy vamos a investigar como los periodistas de verdad, haz el test y compara notas".
Esta vez también se valoraba lo útil y valiosa que eran tus respuestas, esta vez yo tampoco fui ni útil ni valiosa.
Si no recuerdo mal la única pregunta que te dejaban contestar libremente era que definieses en una palabra la revista. Y señoras y señores, con una única palabra valoraban lo útil y valiosa que había sido tu contribución. Reconozco que se me hizo eterna la encuesta, había 29 preguntas, y no es que fuese muy complicada de hacer, total, te daban las opciones que responder, sin embargo el tiempo que pasé haciéndola se paró, y pasó muy lento, ¿para qué necesitaban saber si tengo una dieta equilibrada, o si compro lujo, o si estoy a gusto con mi situación laboral? Lo que digo, pasó muy lento.





Después de estas experiencias lo único que puedo decir es que mi contribución a estas dos revistas no ha sido ni útil, ni valiosa. Tal vez, y solo tal vez, si no nos tratasen como números todos podríamos ser útiles y valiosos.

4 comentarios:

  1. He estado suscrita a elle españa desde que salio el primer numero y yo era una pre adolescente recien entrada en el instituto...hace justo 7 años cerré mi subscripción...las revistas de ese tipo se han convertido en un elemento básicamente publicitario y muy alejado de la realidad en la que vivimos...demasiado alejado

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    1. Tienes razón. Yo soy capaz de entender que son lo que se llama revisas "aspiracionales", te venden lo que a la mayoría nos gustaría llegar, poder gastarte sin remordimientos 4.500 € en un vestido, unas vacaciones en un hotel de 5 estrellas, ... sin embargo a parte de eso a mí me gustaría que me enseñasen otra visión de la moda menos manida. Hay veces que no entiendo que hablen de moda sostenible, por un lado, y por otro te inciten a comprar la última tendencia que en realidad es la evolución de lo que está en las pasarelas desde hace 3 años.
      Tal vez lo que pasa es que soy un bicho raro, y a la mayoría de mujeres lo que les gusta es asomarse a una realidad alejada de la que les rodea. Rocío, igual es que tú y yo no somos como la mayoría y por eso hemos acabado coincidiendo. En fin, no puedo decir que me arrepienta de ser distinta y no buscar las mismas cosas :)

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  2. Hola Missy!!!

    Gracias por tus bonitas palabras y por tu análisis de la revista.
    Por la parte que me toca (he sido jefa de belleza en Harper's Bazaar hasta el número de abril), te agradezco muchísimo que te hayan gustado los reportajes de Thierry Wasser y Jo Malone. Y que hayas tenido la generosidad de compartirlo en tu blog. Un abrazo fuerte! :)

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    1. ¡Ay por los dioses! ¿Esto es verdad? Uy que Paloma Abad ha leído uno de mis posts. Ains que compromiso tan grande.
      Pero, espera, ¿hay una cámara oculta por aquí?
      Nunca pensé que alguien que trabaje en Harper's Bazaar, o que haya trabajado, leyese nunca uno de mis posts. Agradezco de corazón que te hayas tomado unos minutos para seguir mis desvaríos, ha sido un honor enorme, espero que por lo menos te hayas reído un poco.
      Cuando baje de la nube igual me pongo a gritar, así que si oyes los gritos de a alguna energúmena, que sepas que soy yo con un chute el de ego que me acaba de dar tu comentario.
      Me llena de orgullo y satisfacción haberte tenido de lectora casual.

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