08 agosto, 2017

LOW FESTIVAL 2017. DOMINGO. La crónica menos oficial de todas.


LOW FESTIVAL 2017. DOMINGO. La crónica menos oficial de todas.

Siento que la semana pasada no se publicase este post, problemas técnicos, y es que no sé si fue mi cabeza o mis dedos los que se fueron de vacaciones. Aunque todo lo bueno se hace esperar ¿verdad? 


Missy Sale
Viejos amigos del año pasado, si os acordáis también estuvieron en el Low Festival de 2016.


DOMINGO:


Volvimos a madrugar y estábamos en el recinto del festival sobre las 19:30 h, que puede parecer una exageración, pero os aseguro que para aparcar viene muy bien, como ya os dije el año pasado, antes de las vías del tren FGV hay un bonito descampado cubierto de tierra, que se adentra entre los matujos, cuanto más cerca tengas el coche menos tienes que caminar cuando acaben los conciertos, y eso, os lo aseguro, se agradece mucho.

Missy Sale
Este año montaron una zona Arcade con juegos viejunos

Como ha sido tradición en esta edición del Low Festival, empezamos en el césped que hay en el escenario Jägermusic. Siento decir que no le hice mucho caso a la sesión de Cristian Set-Roc, al final fue más un lugar de encuentro de todos los amigos que realmente un sitio de interés, nos fuimos al poco tiempo hacia el escenario Wiko donde actuaban Lígula.
Como viene siendo habitual para mí, este grupo lo descubrí en la lista del Low Festival de este año. Reconozco que las canciones que seleccionaron para la lista eran un poco lánguidas en su melodía para lo que suele gustarme a mí, pero, oye tenían un toque la mar de interesante, además está bien cambiar un poco y probar sonidos nuevos.
Admiro mucho a los grupos que cantan en otro idioma que no sea el suyo materno, si ya me parece complicado componer una canción, o hacer una poesía con sentido en tu propia lengua, no quiero ni pensar en hacer rimas en otra. Bueno pues este grupo valenciano canta en inglés, y lo hace realmente bien. Yo tendría a este grupo en el radar.


Video subido por Lígula Band
"Missing birds" Acústico


Casi sin darnos tiempo a acabar el concierto de Lígula tuvimos que ir corriendo a la actuación de Anni B. Sweet -escenario Estrella Damm-, también con un sonido un poco melancólico, y también cantando en inglés, sin embargo también hay hueco para una buena batería y una buena guitarra melódica.
En el concierto regaló un par de perlas, canciones que se habían quedado fuera del último álbum. Confesó que hay conciertos en los que no para de hablar, y otros, como el del Low Festival, en el que lo único que le apetece es cantar. La verdad es que cuando estás entre el público no te planteas que eso pueda pasar, supones que cada artista tiene una, digamos, trayectoria encima del escenario, que los hay que hablan mucho y hacen que el público sea parte del concierto, y los hay que se plantan delante de ti, te cantan su último trabajo y se van.


Video subido por Fralisi Fran


Una visita rápida a los puestos de comida, el resto de la noche estaba muy apretada y no había más hueco para comer más tarde, así que nos dirigimos hacia la furgoneta de las hamburguesas, estaban realmente buenas, eso sí el pan se deshacía con una rapidez pasmosa, eso de tener jugos no le sentó bien.

Missy Sale
Hamburguesa de cerdo desmigado

Corriendo otra vez para llegar al concierto de Lori Meyers -escenario Estrella Damm-. Comenzó a deslizarse una especie de pantalla en el escenario, dejando detrás los instrumentos que estaban preparados a que comenzase la actuación. Salieron los integrantes del grupo y comenzó la música, y un juego de luces comenzó a proyectarse tanto en la pantalla que se interponía con el público como en la que tenían detrás. El efecto era impresionante, en ese momento pensé si harían todo el concierto así, como lo que hizo Pink Floyd en la gira de The Wall, pero no, al acabar la primera canción la pantalla subió lentamente.
Toda la actuación estuvo salpicada de los coros del púbico, y cómo no, de bailes y saltos. Sin duda uno de los grandes conciertos de este Low Festival, con sus múltiples globos y condones hinchados pululando por encima de los asistentes -¿qué moda hay ahora de hinchar preservativos y lanzarlos como globos en los conciertos? ¿Tiene algún significado raro que yo no entiendo?- y una puesta en escena muy buena, esas pantallas y esas luces aún hoy me tiene maravillada. Desprendieron mucha energía, pese a que no interactuaron mucho con los asistentes.


Video subido por Marina


En el menú del domingo teníamos a Xoel López como siguiente plato degustación -escenario Matusalem-, después del conciertazo del año pasado tenía muchas ganas de volver a verlo, esos solos de guitarra y esas improvisaciones se grabaron en mi memoria. Sin embargo esta vez no hubo sitio para los gorgoritos guitarreros, fue una retrospectiva sobre su trayectoria como Xoel López. Ains me dio un poco de rabia, a mí lo que me gustaba de sus directos era cuando se dejaba llevar, de todos modos las percusiones y los coros fueron magníficos, tal vez lo que me pase es que es algo más intimista de lo que a mí me gusta en un concierto, pero como todo, esto va a gustos.


Video subido por Cristina de Fortuny


Sin casi tiempo de acabar de paladear a Xoel nos fuimos a ver a Mando Diao -escenario Estrella Damm-. Sinceramente hacía mucho tiempo que no estaba al día de su trabajo pero hace unos años me gustaba mucho, así que no nos lo podíamos perder.
Tenían un sonido algo más sombrío, bueno eso me pareció a mí, y es que yo los recordaba todo alegría y jolgorio, y se notaba bastante que el público se enardecía con las canciones más icónicas de la banda como “Gloria”.
Un sonido potente, con predominancia de guitarras y baterías. A mí me gusto mucho, pero reconozco que no fue el concierto de mi vida, ni el que más me sorprendió de todo el Low Festival, de todas formas es una banda que responde bien en directo.

Eso sí me desconcertó mucho el fondo que llevaban, una imagen que me recordaba a los primeros restaurantes chinos, un cuadro supuestamente bucólico, con sus montañas, con su ciervo y su riachuelo, después del despliegue de Lory Meyers se quedó corto.
Otra cosa que me resultó curiosa es que he visto dos extremos de vestuario en este Low, unos se medio despelotan como Mando Diao que acaba sin camisa -normal con los saltos que dio durante toda la actuación-, y otros aparecen como si fuese febrero. Misterios de las actuaciones en directo.


Video subido por Marina


Reconozco que me arrastraron a ver a El Columpio Asesino -escenario Matusalem- y es que es demasiado conceptual para mí, me cuesta mucho enlazar más de dos canciones seguidas, ains pero al amigo conspicuo que tengo le encantan, y claro en un grupo hay que ir repartiendo conciertos y horarios.

Video subido por ElColumpioVEVO


Me vino todo el cansancio de golpe, y es que si el domingo del Low no me das algo con mucho ritmo que me haga bailar me entra el bajón de todo el fin de semana por lo que el concierto de Fangoria me lo pasé bailando en las gradas, suspiraba por estar con todo el mundo abajo, pero lo que no puede ser no puede ser, y es que en las gradas evitas empujones, que una mole de 2x2 -como el bailarín de Franz Ferdinan- se te ponga delante y te arruine el concierto, te puedes sentar, y se ve muy bien el escenario, es una nueva forma de ver conciertos que no me había planteado.

De todas formas vamos a lo que vamos, a Fangoria, Alaska apareció con medias y vestido de manga larga, uff tiene que estar de moda ir en modo invierno en las actuaciones, que es algo que no entiendo, hacía mucho calor, os lo aseguro. Comenzaron con una de las canciones de Alaska y Dinarama “Perlas Ensangrentadas”, me resultó curioso, hacía tiempo que no les veía en concierto, sin embargo recuerdo que no cantaban mucho de la etapa anterior del grupo, yo agradecí que me transportasen a mi infancia y, cómo no, salté como una enana.
Aparecieron dos bailarines con trajes chaqueta de lamé, uno en azul y otro de rosa, con zapatos de purpurina rosa, y bailaron como si no hubiese un mañana, en un momento determinado desapareció Alaska y se quedaron los bailarines haciendo cabriolas en el escenario, me cansé de verlos dar saltos, y volvió a aparecer Alaska con otro vestido, de manga larga y con medias, y lo gracioso es que Alaska también se marcaba unos bailecillos y como si nada, ni una brillo en la cara, en ese momento me dio mucha envidia.
Acabaron la actuación con un remix de temas dedicados a Bailar, comenzaron con su Bailando de la época de Alaska y Dinarama, enlazaron con el Bailando de Astrud, incluyeron hasta a Sonia y Selena y su “Yo quiero bailar”, un gran final para la actuación.


Video subido por José Manuel Ruíz Paz

Puede que no sea de la actuación del Low Festival, sin embargo os aseguro que en el Low fue igual, a excepción de que cuando dice Benidorm todo el mundo estalló gritando.


En masa fuimos todos a ver la actuación de Ojete Calor -escenario Matusalem-, que yo no es por nada, pero el público objetivo de este grupo tan bizarro es muy parecido al de Fangoria ¿cómo se les ocurrió solapar los conciertos?, en fin gracias a que siempre hay algo de retraso.
Mientras nos acercábamos comencé a escuchar el “Bailar pegados es bailar” de Sergio Dalma. Francamente me desconcertó mucho, pero al acercarme más al escenario me di cuenta que eran los de Ojete Calor, una forma original de comenzar con un concierto.
No puedo seguir sin describiros los atuendos de Carlos Areces y de Ánibal Gómez. Nuestro amigo Carlos iba con un vestido rosa claro, con unos volantitos, y una capa fluffy -es decir de peluche del bueno como dijeron ellos cuando Carlos se la quitó- color azul Triky de hombreras tamaño avión, y Ánibal apareció con una torera de ante llena de flecos, y un sombrero de vaquero blanco, ojiplática me dejaron.
Toda la gente que conocía estaba ansiosa de ver este concierto, de hecho muchos nos quedamos hasta las 3 de la madrugada para ver en directo a este grupo inclasificable.
A mí las melodías me encantan, me parece que la música es muy buena, pero las letras pueden costar un poco, y es que hay que tomárselas con mucho humor, y todos los días uno no tiene el cuerpo para tanta ironía.
Lo mejor de esta actuación eran las interacciones con los asistentes, unas chicas les tiraron unas zapatillas con luces  en las suelas y Ánibal se las puso al final del concierto, bromeaban con que ya no les quedaban más canciones que cantar y que había que irse a dormir, y ellos, al igual que Sidonie, también se dieron cuenta que en primera fila había un niño, con mejor cara que los padres, estaba Arturo Valls en primera fila, y el pobre ni se dio cuenta que lo enfocaban cada dos por tres...
Consiguieron que todos nos entregásemos a las canciones poco convencionales que hacen. Es una experiencia peculiar que hizo que el fin de fiesta fuese memorable.

Video subido por Ramón García Barberá

Hasta aquí la crónica de este Low Festival, con todos los chascarrillos y anécdotas que viví. Espero que no se os haya hecho muy largo, mañana un post más normal, si es que eso se puede dar en este blog.





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