NAVIDADES,
ADAPTANDO TENDENCIAS. PARTE I
En el último post os daba ideas para rentabilizar el fondo de armario,
y adaptarlo a casi cualquier celebración. Pero hay vida después del
dichoso fondo de armario, así que hoy adaptamos algunas tendencias a
las fechas navideñas. Seguro que escudriñando por la blogosfera
encontráis un montón de consejos, que si vestidos cortos con
trasparencias, que si el rojo, bueno yo os propongo cosas que me
pondría yo, o que probablemente me ponga, y lo siento, no hay cut
off ni nada que me haga pasar mucho frío, igual dolor de pies sí,
pero no frío.
Cuadros.
Si
leísteis mi post sobre cuadros os daríais cuenta de que no son
santo de mi devoción, tuve un empacho en la universidad y me cuesta
volver a ver la calle sembrada de cuadros de leñador. Pero no seré
yo quien diga que no volveré a caer, y por si las moscas yo los combinaría así.
No
es una propuesta demasiado arreglada, pero eso se soluciona con un
clunch y unos zapatos de tacón, para volver a ser un conjunto más cómodo cambiáis los tacones por unos slippers y el clunch por una bandolera, y ya estás preparada para caminar, o lo que queráis.
Yo
cuando oigo “raya diplomática” pienso en ejecutivos, en
negocios, y en nada de fiestas o festivales varios. Pero a como todo, podemos darle la vuelta al vestuario de oficina para parecer la más
trendy del lugar. El truco es el de siempre, accesorios.
Como podéis ver el vestido en sí no es nada del otro mundo, algo cómodo, sin estrecheces, eso sí yo me pondría una blusa debajo, que una no está para ir estornudando por ahí, que resta mucho glamour. Para volver a utilizarlo después de las fiestas, fácil el mismo vestido con la misma blusa, un tacón bajo -mejor con un tono alegre para no parecer que somos hombres grises- y un shopping bag y ya estás lista para triunfar.
Ya
lo dije en su momento, creo que está de capa caída, aunque aún no
ha muerto, y después de la avalancha que hubo el año pasado con los
pantalones de camuflaje me parece una buena idea rescatarlos y
hacerlos aptos para las celebraciones.¡ Seamos las rebeldes de la
familia!
La mejor forma, que veo yo, de hacer una prenda de camuflaje apta para una situación más formal es rodearla de prendas que la hagan un poco más seria, un top femenino -puede ser una blusa con lazada- unos buenos tacones y toneladas de nuestro estilo, que lo tenemos aunque no salgamos en los blogs de street style.
Es
mucho más fácil adaptar una prenda de pata de gallo tradicional, es
decir, con el estampado más pequeño, de ese modo no predomina
tanto, pero a una le gustan los riesgos y por eso he elegido una
falda con un estampado bien grande. La opción más segura, combinar
con negro y blanco, pero volvemos a las mismas, me parece muy manido,
y qué mejor que ponerle un poco de color, así que he preferido
introducir un borgoña -llámale “X” en el mundo fashionista-
y algo que eleve la categoría del conjunto, un poco de brillos, un
collar -ya os habéis dado cuenta que en invierno los pongo con todo-
y un bolso de fiesta. Voilà, perfectas.
Con
las flores todo es mucho más fácil, hay para todos los gustos,
grandes, pequeñas, de colores discretos, de colores impactantes,
pero yo sigo con eso de llevar ropa cómoda, que no comer ni una
aceituna porque se notaría en el modelito de turno, no me va.
Además de esta manera podemos utilizar ropa que tenemos en casa y
que hemos utilizado, y utilizaremos después de las Navidades.
El vestido se puede sustituir por otro más lady, o se puede combinar una falda trompeta -con volante en la parte baja, que cambia de nombre según donde leas- y un jersey negro, o de un color que veas que le queda bien a las flores.
Sí, se llevan las lentejuelas, eso ya lo había dicho, ¿verdad? Y hay
una infinidad de opciones, las de Topshop son una pasada, hay para
todos los gustos, pero yo he preferido que las lentejuelas sean un
mero toque festivo, por eso unas en negro, que después son mucho más
fáciles de volver a llevar.
El top es un poco corto, así que la recomendación para las frioleras es una camiseta negra por debajo, pero que parezca una segunda piel.
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