PREMIOS FORQUÉ 2016, ALFOMBRA ROJA. ESO NO SE HACE NIÑA. Aprendemos de los que más saben

PREMIOS FORQUÉ 2016. ESO NO SE HACE NIÑA. Aprendamos de los que más saben

Yo no puedo con este ritmo de premios, no me da para destilar veneno fashionista y poder hacer críticas constructivas para aprender de los que más saben desde casa.

Esto es un no parar, el año pasado fuí lista y uní los Globos de Oro y los Premios Forqué en un sólo post, este año tengo la neurona vaga y las glándulas del veneno a tope, por eso he hecho un post para cada entrega de premios, estoy que lo regalo.

A ver, vamos a sentar un poco las bases -ojalá los estilistas de las estrellas me leyesen que creo que van más perdidos que yo-.

Estamos en unos premios, y se consideran como los Golden Globes del cine español, entonces ¿a qué esa manía de ir como si fueses de fiesta con los amigos? Vamos que me he quedado patidifusa al ver a Antonio Orozco vestido como si se fuese de cañas ¿eran necesarios los vaqueros y las botas color mostaza?

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Antonio Orozco en los Premios Forqué, enero 2016 

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Pablo López en los Premios Forqué, enero 2016

Ya me quejé de este punto el año pasado, en la sección mujeres, pero este año me he quedado muerta con algunos cantantes que han ido hechos un cuadro. ES UN EVENTO DE GALA SEÑORES, paso que los hombres no lleven pajarita, y si me apuras que ni lleven corbata -aunque me parece que es desmerecer un poco un evento que se las da de antesala de los Goya-, pero por lo menos un mísero traje, que no tiene que ser de diseñador, que vas a Zara y te haces con uno, que estamos de rebajas señores.

La verdad es que creo que les damos poca caña, en esto de los estilismo de alfombra roja, a los hombres. Pasmada me he quedado.

Ojo cuidado, que también he visto a mujeres estupendas con un vestido a la rodilla en negro, que para una entrega de premios me parece un poco corto, pero bueno, por lo menos no iban en vaqueros.

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Yolanda Font en los Premios Forqué, enero 2016

Con lo bien que hubiese ido con el vestido largo, porque le quedeba como un guante, los zapatos son bonitos, el cluch de leopardo conjunta bien. En fin correcta sin más.

Después de romper un lanza para que se tomen en serio estos premios, tal y como nos los venden, vamos a proceder a descuartizar -siempre de forma constructiva- los estilismos de las asistentes a la ceremonia. Y que conste que no están todas las que podrían estar, no me da el veneno ni el tiempo para tanta crítica.

Chapa y pintura. El maquillaje de las estrellas.

Hay algunas de las asistentes que no es que hayan fallado en el vestido, o los complementos, es que el maquillaje y el peinado no iban acordes con el resto del estilismo.

Eso suele pasar en eventos más de ir por casa, como en las bodas. Yo reconozco que me pasó en una, no tuve tiempo de ir a la peluquería y me presenté con una cola alta bien pulida -reconozco que podría haber ido mejor, aunque iba bien maquillada, por lo menos uno de los puntos estaba cubierto-. Os recomiendo que si os maquilláis y os peináis en casa que tengáis cuidado, no parezcáis que acabáis de salir de la ducha.

Melania Olivares

El vestido era bonito, los zapatos también, el vestido tenía un punto de riesgo. Todo estaba correcto, de alfombra roja, como tiene que ser, pero al subir los ojos hacia arriba... esos pelos, ese maquillaje. Eso es lo que le ha fallado. No repetir en casa con los eventos familiares, si llevamos un vestido estupendo, el resto tiene que acompañar, zapatos, bolso, peinado, uñas, maquillaje. Ir a medias no es una opción.

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Melanina Olivares en los Premios Forqué, enero 2016

Arantxa Martií

Otra chica monísima, con un vestido muy bonito, que le sentaba bien pero que, para mi gusto, le fallaba el peinado y el maquillaje.

Yo no soy muy experta, sin embargo simplemente con una coleta baja y con unos labios con algo de color yo me habría quitado el sombrero.

No voy a decir nada de los zapatos que no los veo bien, pero no sé si me convencen. Aunque no seré mala que no me llegarán las críticas para todas.

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Arantxa Martí en los Premios Forqué, enero 2016

El poder de los complementos

Barbara Santacruz

El conjunto está bien, un vestido de Alicia Rueda, con una falda de largo midi, de vuelo a rayas negras y blancas, y un cuerpo negro. Se ve una figura compensada. Aunque yo eso me lo pondría para ir a lo oficina, vamos que le pongo una chaqueta de manga francesa en blanco y un bolso grande y me voy tan pancha a comerme la ciudad.

Para unos premios, y dado que se van a ver los zapatos y el conjunto no tiene estridencias -ni lentejuelas, ni bordados, ni flores en relieve...- aprovecha y ponte unas sandalias espectaculares, unos buenos pendientes y un peinado que no te eche años encima. Simplemente con eso habría subido este conjunto de oficina al estatus de apto para la alfombra roja.

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Bárbara Santacruz vestida de Alicia Rueda en los Premios Forqué, enero 2016

Maria Castro

La han puesto en la lista de las peor vestidas, yo el vestido de Amaya Arzuaga lo veo arriesgado y podría haber sido perfecto para una entrega de premios si fuese más largo, lo que no veo es ese bolso y esos zapatos.

Vamos a ver, puestos a pasar frío -no lleva medias- lo hacemos bien, nos ponemos unos zapatos bonitos, que con este vestido se ven y cobran protagonismo. Además lo de llevar el bolso a conjunto con los zapatos, no lo consigo ver.

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María Castro vestida de Amaya Arzuaga en los Premios Forqué, enero 2016

Algo me chirria y no se que es

Sigo sin tener claras algunas fobias a algunos estilismos que veo en la alfombra roja, no sé muy bien si son los bordados, el color, que no se adapta a la silueta, simplemente hay algo que hace que no funcione la actriz con el vestido.

Natalia de Molina

Sinceramente creo que en este caso es el estampado y el largo del vestido. Natalia va bien maquillada, el peinado es correcto, las sandalias bonitas, el bolso también, está posando bien, y sin embargo algo falla.

Ante estos casos lo mejor es tener o una buena estilista que te aconseje mejor, o una buena amiga a la que quieras hacer caso.

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Natalia Molina en los Premios Forqué, enero 2016

Penelope Cruz

Ains con lo bien que podrías ir, y con lo bien que has ido.

Es que con este estilismo, por muy Balmain que sea el vestido, podría comenzar y no acabar.

Comenzando con la manía de llevar esos peep toes con plataforma, que eso queda ya muy pasado. Entiendo que llevar tacones sin plataforma es un fastidio -doy fe de ello, doy fe de que toda una noche con ellos puestos puede ser el infierno, por muy Jimmy Choo, o Louboutin que sean- y si llevas un vestido que los tapa te pongas unas plataformas para estilizarla figura sin querer amputarte los pies más tarde. Sin embargo cuando los zapatos quedan tan expuestos han de ser bonitos, y más en unos premios de cine.

El vestido, con tanto volante en zonas extrañas, hace que Penélope parezca un ladrillo, sin cintura por ninguna parte. Ains con lo mona que va esta chica cuando se centra...

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Penélope Cruz vestida de Balmain en los Premios Forqué, enero 2016

Berta Vazquez

Quiero declarar que me parece una mujer espectacular, preciosa, y que en las apariciones públicas que he visto me parece que va genial.

Sin embargo esta vez no acaba de convencerme ese top. Acepto los pantalones con esos cut off, es un punto de riesgo que me parece perfecto, pero ese top de volantes blanco, hay algo que no acaba de casarme.

La combinación es de Juan Carlos Pajares, y le sienta bien a Berta, tal vez sea que ese top hace que su parte superior parezca muy pequeña. No sé muy bien qué es pero hay algo que me chirría por mucho que la hayan considerado una de las mejor vestidas de la noche.

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Berta Váquez vestida de Juan Carlos Pajares en los Premios Forqué, enero 2016

Cuestion de silueta.

Irene Escolar

Si ves la fotografía de perfil iba espectacular, el Stella McCartney es bonito a más no poder -sencillo con el punto de riesgo de las transparencias laterales, de un color vibrante-, pero si ves a Irene de frente de das cuenta que ese vestido no fue el mejor que pudo elegir, conseguía que se notase que las caderas son más estrechas que los hombros. Creo que el fallo está en los tirantes del vestido, unos que se hubiesen alejado del cuello podrán haber compensado mejor su silueta.

Y ya metidos a mejorar el estilismo creo que con un maquillaje un poco más cuidado, hubiese resaltado su belleza mucho más.

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Irene Escolar vestida de Stella McCartney en los Premios Forqué, enero 2016

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Irene Escolar vestida de Stella McCartney en los Premios Forqué, enero 2016

Vista de perfil va espectacular

Soraya

Mira que Victor Blanco suele acertar con Soraya. Suele ir de forma arriesgada pero dentro del protocolo, pero hoy no sé muy bien por dónde tomarme este vestido de Paul Ka.

El color blanco brillante con el pelo casi blanco y la piel tan blanca no sé si me convencen, pero eso es lo de menos. El vestido no le da ninguna forma y parece que se acaba de enrollar con una sábana después de hacer el amor -típica escena en películas americanas-.

Lo único bueno que tiene es la parte trasera, que por lo menos dice algo.

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Soraya Arenales vestida de Paul Ka en los Premios Forqué, enero 2016

Carolina Bang

Ains con el cuerpazo que tiene esta chica y la manía de parecer una señorona.

¿Hacía falta tanta capa de gasa? ¿Hacía falta esa especie de colgajo por el lado? Vamos no digo que haya que enseñar carne, pero un vestido tapado y con algo de gracia sí que podría llevar.

El problema fundamental, que el vestido le echa años encima, y que la especie de chal que envuelve la parte superior del vestido distorsiona la figura.

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Carolina Bang en los Premios Forqué, enero 2016

Yo no es por nada pero Jane Fonda, con un porrón de años más iba más atrevida y juvenil con su Saint Laurent que Carolina Bang, ahí es nada.

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Jeans Fonda vestida de Saint Laurent en los Golden Globes, enero 2016

Elena Furiase

No sabía si poner a Elena en la sección de “no, no, y mil veces no”, pero voy a ser buena y no me pasaré que las reservas de veneno están bajo mínimos.

Los complementos en bronce no pegan, ni por forma ni por color.

El vestido hace que parezca mucho más rellenita de lo que es.

Y el maquillaje hace que parezca más mayor de lo que es, no la hace brillar.

Y por el amor de los dioses, hazte algo en el pelo, que llevarlo como una plancha no es ir bien peinada a unos premios.

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Elena Furiase en los Premios Forqué, enero 2016

No, no y mil veces no.

No he ido nunca a unos premios de cine -si alguien me quiere invitar yo iré encantada, eso va por la organización de los Goya del año que viene-, pero supongo que tiene que ser un estrés buscar vestido, complementos, el tipo de peinado y maquillaje, vamos casi como si fueses a casarte pero sin el banquete. Entiendo que haya gente con cosas más urgentes que hacer que preocuparse por esos puntos, o que no se vean capaces de hacerlo y recurran a un estilista -para esos están, para ayudar-. Lo que no entiendo es que aparezcan estilismos de oficina en unos premios.

Paula Ortiz

Que soy la primera que recomienda ir en smoking a una boda, y me encanta que se cuelen mujeres con pantalones en las entregas de premios, pero hagámoslo bien.

Esos zapatos, ya se los he criticado a Penélope Cruz y no iba a ser para menos, así que ya que se ven que sean bonitos y no un modelo que ya no se lleva.

Seguimos por esos pantalones fruncidos en los los tobillos, que me dicen que son unos pantalones sporty -he visto unos parecidos en la sección de deporte de Mango- y me lo creo.

Y para rematar la americana con las mangas fruncidas hacia arriba dejando ver la camisa. Querida para eso hay que tener mucho estilo, y con los dos puntos anteriores se demuestra que en esta ocasión la licencia de llevar la americana así no te la puedes permitir.

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Paula Ortiz en los Premios Forqué, enero 2016

Quieres ir con pantalones, perfecto, aprende de Judith Light que va perfecta con un smoking blanco.

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Judith Light en los Golden Globes, enero 2016

Otra opción es ir de negro, pero siempre con estilo como Taylor Schilling en los Golden Globes.

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Taylor Schelling en los Golden Globes, enero 2016

Hala ahora a descansar para el mes próximo con los Goya y los Oscar's.

Próxima estación, Esperanza.