17 junio, 2014

DECORACCIÓN 2014. La cena en Paradis anfitrión Pascua Ortega


DECORACCIÓN 2014. Cena en Paradis, anfitrión Pascua Ortega

Espero que no os estéis aburriendo mucho del tema de DecorAcción, y es que fue una semana tan intensa que no puedo parar. Si ya lo dije yo un día, “invítame a un evento y mínimo te hago tres posts”, pues esta vez aún quedan unos cuantos.

Vanessa Municio

Me hace tanta ilusión haber podido estar en DecorAcción que no podía dejar de poner esta foto. La hizo Vanessa, creo, y es que durante la semana ha sido una orgía de fotos en el whatsapp del estudio.

Ahora toca lo que más me sorprendió de toda esta historia, LAS FIESTAS. El año pasado como becarios no tuvimos derecho a fiesta conspicua ninguna. Claro con tan poca experiencia, y creyendo que sólo había una cena formal el martes, fui casi sin existencias de modelitos. Sí, pero tampoco se notó mucho, como en casi todas partes en las fiestas había gente con ropa más clásica, otras con looks que mejor no repetir en casa, y gente simplemente con estilo.

Cena en Paradis. Pascua Ortega como anfitrion.

Como ya leísteis en el post de ¿Qué me pongo? Cena formal o de trabajo, el vestuario de la cena era el único modelo en el que había pensado. El resto fue un montón de camisetas, bermudas y unos vaqueros por si hacía frío -tonta de mí pensé que igual en la meseta refrescaba por la noche-.
La cena era el martes. Y el martes estuvimos todo el día doblando papeles y haciendo soles, pasando mucho calor, y haciendo mucho las locas. La verdad, la pura verdad, es que no teníamos ninguna gana de arreglarnos e ir a la cena después de tanto doblar y doblar.


Missy Sale

La montaña de papeles doblados aumentó, hasta hacer necesario dejarlos debajo de un peso para que no se desparramaran por la sala

Yo que soy de naturaleza rancia -aunque la mayoría de las veces no lo parece-, me daba mucha pereza el pensar en estar rodeada de gente que se conoce, y ser yo la única rara de fuera del grupo. Además las tres chicas de I Wanna Be que fuimos no teníamos la menor idea de la etiqueta que había que seguir. Yo ya me imaginaba que irían todos en vaqueros después de estar en los estudios haciendo arts & crafts para las intervenciones -se suponía que era una cena de fin de montaje, así que después de trabajar no vas con tacones infinitos y lentejuelas, ¿verdad?-.

Pero me equivoqué, de camino al restaurante vimos a Beatriz Silveira bajar por la calle el Prado dirigiéndose el restaurante Paradis. Bien, ella iba con tacones, pantalón rosa palo y una chaquetilla de lentejuelas doradas mate. ¡Uff! menudo alivio ver que íbamos acorde con el resto de invitados a la cena.
Que sí, parece una tontería, pero si nadie sabe quién eres mejor darles una buena impresión cuando te vean por primera vez.

Esta fue mi elección para la cena en el Restaurante Paradis -C/ Marques de Cubas, 14-
En la entrada dabas el nombre y el estudio del que venias -claro, que digo yo que si eres un habitual de estos saraos no hará falta dar el nombre, pero este no fue nuestro caso-. Y entramos al restaurante, las paredes del primer salón estaban llenas de autógrafos de personajes conocidos, Nicole Kidman, Sabina, Anastacia... Eso y pasar por un fotocall me dejó fuera de lugar durante un buen rato.

¡¡¡Que a mi no me conoce ni el Tato, y voy a un fotocall con lo más granado del panorama del interiorismo nacional!!! Casi me caigo de los tacones. La foto de I Wanna Be Studio no ha salido en la web de Nuevo Estilo, una pena con la ilusión que me hacía, pero han sido pocas instantáneas de la entrada de los invitados las publicadas.


Vídeo oficial de la cena en el Restaurante Paradis. Nuevo EStilo

Las anécdotas, durante las entrevistas nosotros estábamos al lado de la cámara, así que las vivimos en primera persona. Además en el minuto 2:08 sale nuestro akelarre en la última sala del restaurante, eso sí, es menos de un segundo.


Missy Sale

Esta es la mesa de los embutidos, la mitad no los probé, y es que a mi el embutido me gusta comerlo con pan, aceite, y sin miedo a mancharme el modelito.

Por cierto en este lugar es dónde se hacían las entrevistas del vídeo oficial de la cena.


Nos quedamos en el primer salón, y es que se produjo un tapón en el pasillo que conectaba con las salas interiores y decidimos que era mejor esperar a que se despejase un poco el asunto. En ese lugar estuvimos un buen rato casi solos, viendo a la gente pasar y saludar. Hasta que también se llenó. Hora de emigrar hacia otro lugar.


Missy Sale

Aquí estaban las cajas llenas de macetas y las cruditté. Lo bueno era que el frontal era de espejo, así se reflejaba la luz y las verduras, dando una sensación de profundidad fantástica.

Missy Sale

Odisea fue hacer las fotos sin que saliese mi persona haciendo posturitas raras. Andés me decía que se notaba que no era asidua de los saraos por que estaba todo el rato haciendo fotos. Lo sé, soy de pueblo pequeño.


Nuevo Estilo

Este es el dichoso pasillo que se colapsó. Aquí están los aseos, había un camarero sirviendo vino, y se hallaba un cubo con hielo y botellas llenas de gazpacho y demás bebidas energéticas naturales. Conclusión, colapso de gente que se quedaba en el pasillo.









Entre tanta comida y tanto vino blanco espumoso nos trasladamos a la última sala del restaurante, no había nadie, y era íntima y perfecta para nosotras.
Allí acababa todo el mundo, un amigo de Pascua Ortega, o por lo menos conocido, entró explicándole a una mujer el proceso de restauración del local, las paredes eran las originales del edificio, ladrillo a cara vista. Los pilares de madera revestida de hierro, para hacerlos más fuertes los encontraron al picar -la pesadilla de cualquier arquitecto, ¿cómo calculas lo que puede aguantar un pilar así?- que también habían dejado al descubierto. El techo que en un principio querían dejar las vigas vistas, pero estaban en mal estado, se habían combado ¡¡¡por el peso de una caja fuerte olvidada en el piso de arriba!!! -o por lo menos eso me pareció oír-.


Missy Sale

Este es el candelabro colgante que teníamos en la sala en la que nos quedamos.

Missy Sale

La sala tenía anexa la cava de vinos del local. En primer plano uno de los centros realizados con productos de la huerta del restaurante de la decoración de Pascua Ortega

Missy Sale

Centro de mesa de la sala en la que estábamos. Lo que se puede hacer con unos tomates, unos pimientos y unas velas. ¿Quién dijo que en casa no se pueden hacer centros para poner la mesa de todos los días? Asalta la despensa y la nevera y verás que sí se puede.
Missy Sale

Aquí está Ana -un sol de chica-, Vanessa Municio, Fernando Roi -fotógrafo de las fiesta de Nuevo Estilo-, y Laura Martel

La comida, como diría la Saritísima MARVELLOUS, crema de pera, cecina de la buena, minihamburguesas, butifarra, crudittés, salchichas con miel, arroz con verdura -suena raro para una cena, y a mi me daba un poco de miedo probarlo, soy un poco raruna con el arroz, pero este estaba genial, en el sabor, el punto de cocción, muy bueno-, falsa tarta de queso, y ya no me acuerdo de más, pero estaba todo genial. Como estábamos solas pudimos hablar con los camareros, cuando nos trajeron las salchichas con miel pregunté de qué clase era la miel -soy un poco especialita con las mieles, la de mil flores no me acaba de convencer, mi preferida es la de lavanda- y así nos enteramos que las verduras las cultivan desde el restaurante, y tienen una colmena de abejas para la polinización, de esa colmena era la miel que nos pusieron. Claro un una materia prima tan cuidada es más fácil que las cosas sepan mejor.

Missy Sale

Para que no quedase duda de la sección en la que nos encontrábamos, la de embutidos.  Un cerdo de cartón volador lo atestiguaba.

Andrés y su compañero Filio estaban conspicueteando y repartiendo tarjetas, así que nosotras estábamos en nuestro akelarre particular, y de vez en cuando pasaba alguna cámara, algún fotógrafo, y algún interiorista, como Manuel Espejo. Mientras, estábamos haciéndonos fotos, contándonos la vida, y alucinando por estar allí.


Missy Sale

Cuando se acabó la fiesta en el restaurante Paradis nos trasladamos a otro lugar. Este es el momento de decisión de dónde nos íbamos.
Vanessa Municio, Laura Martel, Andrés Medina
Nosotras no interactuamos mucho en ese momento, pero como teníamos a nuestros infiltrados, ellos hicieron los contactos para la fiesta posterior.

Sí, hubo fiesta improvisada en el Cher's de la C/ Huertas, y hacia allí nos dirigimos con un montón de gente desconocida para mí. Abordé a un chico con un estilo muy interesante -de perdidos al río, o nos relacionábamos o nos íbamos al hotel, así que decidimos interactuar-, llevaba unos slippers tan monos, eran de CH Carolina Herrera, de tela en estampado étnico y colores cálidos. Pues ese chico con tanto estilo y que me confesó amante incondicional de los zapatos, era David de DavideDavid -en aquel momento ni me acordaba del nombre de ese estudio, ¡ains! bendita ignorancia-.
En el grupo estaba María de la Osa, Pepe Leal, Esther Moreno, y un montón de gente que no he llegado a conocer.


Missy Sale

Momento amistad fraternal en el karaoke

Resultó que el Cher's es un karaoke. Con lo poco que me gustan a mí los karaokes, el grupo I Wanna Be se adaptó a las mil maravillas, sobre todo Andrés y Filio.
Lo reconozco, acabé cantando compartiendo micrófono con Pepe Leal, gracias a dios que él no se acuerda de eso, porque canté fatal, y él tiene una voz tan fantástica, a lo George Michael, que me daría vergüenza que se acordase de mí por ser “la petarda que desafinó al lado de mi oreja”.



George Michael
I'm never gonna dance again

Esta es la canción con la que compartí micrófono con Pepe Leal, aunque él no se acuerde :)

Pero en realidad yo lo que quería era cantar Raphael, “Mi gran noche”, con Chechu, David -otro David-, y Rosana. Resulta que no estaban en el grupo en el que íbamos, pero como ya estábamos en modo “hablo con todo el mundo” acabamos hablando con ellos, y no sé si creérmelo pero le confesaron Vanessa que eran filósofos del CSIC -¿pero eso existe? Que si me hubiesen dicho que trabajaban en un Comité de Bioética igual me hubiese parecido más normal pero ¿filósofos del CSIC?-. Pese a que me sonó una flipada digna de un sábado antes de amanecer reconozco que fue un placer haberlos conocido, nos lo pasamos genial con ellos.

Missy Sale

No se por que me estaban amenazando ¿?

Cerramos el local, recuperamos un móvil olvidado, y volvimos al hotel con mucho dolor de pies y de barriga de tanto reír.

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