Domingo
El
domingo fue intenso, y en principio no teníamos ningún
imprescindible en mente, fuimos un poco por impulsos, pero no
paramos.
Missy
Sale
Los fotógrafos en el foso. Solían estar unos 10 minutos al comenzar el concierto y después se iban a cubrir otro espectáculo.
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Llegamos un poco más tarde de lo que pensábamos y llegamos cuando ya había empezado el concierto de Mucho -escenario Matusalem-, si los buscáis mejor ponéis “Somos Mucho” la sociedad ilustrada de lo cósmico, podéis leer sus andanzas en su blog, os lo recomiendo muy mucho.
No
sabría describir su música, ya os he dicho que sólo tengo dos
listas en mi cerebro “Me gusta” y “No me gusta”. Os puedo
decir que son muy salaos, y presentan cada canción, cosa que si no
eres un fan viene muy bien. Su nuevo disco se llama “Pidiendo en
las puertas del Infierno” como declaró que se sentía el cantante
debajo de su manta zamorana, y me salió un momento madre pensando
“alma cándida, quítate el poncho, que hace calor y te vamos a
querer igual”. Hay veces que me doy miedo.
Missy
Sale
Mucho en el Low Festival 2016
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Mucho
Fue en directo en Disco Grande Radio 3
Corriendo a ver a Xoel López, anteriormente conocido como Deluxe. Reconozco públicamente que dejé de seguirlo al cambiar de nombre, no porque no me gustase el suyo, es que sus discos eran muy lentos, no encontraba esa guitarra atronadora que escuchaba en Deluxe. Me pasó lo mismo con las canciones seleccionadas para la lista de Spotify del LOW Festival. Ains amigos, pero todo cambia cuando ves un directo suyo, sinceramente es un imprescindible. Se marcaron una canción instrumental al más puro estilo Santana que me puso los pelos de punta, y ese solo a lo Jimmy Hendrix, con raspado de cuerda con los dientes incluido.
Sus
canciones mejoran, y mucho, en el escenario, las hace más alegres, y
contagia al público. Igual soy yo que me dejo influenciar mucho,
pero ver a la gente de encima del escenario pasárselo bien hace que
yo también me lo pase bien, es como una fiesta privada a la que te
invitan y todo el mundo te acoge con los brazos abiertos. Un poco así
me sentí en este concierto, como la hija pródiga que vuelve y que
sólo ve que buenas caras.
Missy
Sale
Xoel López en el Low Festival, 2016
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Cuando
tocó “Que no”, uno de los himnos de mi vida, volvió a hacerme
estremecer y gritar cual poseída.
Noel López en su época como Deluxe
Que no
Al salir de ver a Xoel López, extasiada por haber vuelto a reencontrar a esa guitarra, nos quedamos escuchando a EstereoBrothers DJ's. Hacen combinaciones un poco locas para la pista de baile, te ponen una de Dire Straits, otra de Michael Jackson, escuela de calor de Radio Futura, una que no conozco de nada -pero que seguro que es conocida-. Sólo digo que estuvimos toda la sesión anclados al escenario Jägermusic. Más majos que las pesetas que uno de ellos bajó para saludar a unos amigos y todo, y cuando estaban acabando la sesión se pusieron a bailar delante de la mesa de mezclas -¿se sigue llamando así, o ahora es el Mac de las mezclas?-.
Missy
Sale
EstereoBrothers DJ's en el Low Festival, 2016
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Y
como si hubiese pasado algo, vino una marabunta de gente, y es que
comenzaba la sesión de Cheese&Bacon DJ's, que parece que tienen
una legión de fans. Me hubiese quedado más rato pero sólo
estuvimos el principio.
Me teletrasportaron otra vez, esta para ver a Pablo Und Destruktion. Vamos a ver, seguro que tiene una denominación su música, como rock-folk con toques de batería y sintetizador. Sinceramente, me inquieta su música, no sé si es su intención, pero conmigo lo consigue. Y las letras me da la sensación de estar ante una poesía de las vanguardias de principios del s. XX.
Cheese&Bacon DJ's
SIW Aftermovie
Me teletrasportaron otra vez, esta para ver a Pablo Und Destruktion. Vamos a ver, seguro que tiene una denominación su música, como rock-folk con toques de batería y sintetizador. Sinceramente, me inquieta su música, no sé si es su intención, pero conmigo lo consigue. Y las letras me da la sensación de estar ante una poesía de las vanguardias de principios del s. XX.
Lo
que más me alucinó es cómo tocaba la guitarra acústica uno de sus
músicos, como si fuese un chelo.
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Missy
Sale
Pablo und Destruktion y su banda en el Low Festival, 2016 A veces la vida es hermosa Por cierto la única que conocía y no la cantó :( |
Tenía
una violinista entregada a cada una de las melodías, y no sé si la
cara que ponía era que le gustaba mucho lo que estaba haciendo o le
gustaba mucho con quien estaba tocando.
No
es mi estilo, aunque reniego de lo que me dijo un amigo, que me
espetó que soy muy mainstream, nunca me habían insultado en
otro idioma, y encima con cara de inocencia. Habrá que quererlo
porque es amigo, que si lo acabase de conocer no volvía a mirarlo a
la cara. De todos modos he de reconocer que Pablo tiene una voz
inquietantemente atrayente, tanto que una chica de la primera fila le
puso en el móvil “quiero un hijo tuyo, quiero que sea varón”,
que supongo que saldrá en una de sus canciones, a parte de ser,
posiblemente, un deseo de la fan.
Missy Sale Pablo und Destruktion en el Low Festival, 2016 |
Missy Sale Pablo und Destruktion y su banda en el Low Festival, 2016 |
Era
hora de tomar un bocado para poder resistir, nos hicimos unos nachos
y un chorizo criollo. Definitivamente los asadores argentinos se han
convertido en mis preferidos en esto de los festivales. Que no es que
los nachos no estuviesen bien, pero ese chorizo criollo con
chimichurri era de extasiar. Y qué mejor manera de cenar que tirados
en el cesped y escuchando a Marky Ramone -que yo creía que
era el único vivo que quedaba, y parece ser que no-. Ains esto de
ser mainstreaming es lo que tiene, que no te enteras de nada
-maldito amigo-.
El
concierto, pues bien, sonaba como las grabaciones que he oído de
Ramone's, y me sentí como esos niños con el uniforme de colegio que
salen en la actuación que hicieron en el programa Aplauso de TVE1, y
que ponen en Cachitos de Hierro y Cromo. Era raro cenar con un Ramone
a unos metros de ti, parecía no pegar mucho, como un niño en una
actuación de Ramone's.
Ramone's
Hey! Oh! Let's Go!!!
Emigramos para ver el concierto de Vetusta Morla. Lleno hasta la bandera, había más gente que en el concierto de Los Planetas.
Había
gente de todo tipo y condición, me sorprendió ver a un chico con
pantalones de tenista, a lo Santana cuando ganó Wimbledon, una
camiseta cortada de Queen, y el pelo como en la película “Dos
tontos muy tontos”, vamos que me sentí una pija del barrio de
Salamanca. También vi a los DJ's Cheese&Bacon en el campo de
fútbol. Vamos que todos los artistas no van a la zona VIP, está
bien saberlo.
Y
después del momento fashionista/curiosidad-malsana
voy a confesar algo que me tachará de mainstreaming, o peor,
y es que hay grupos de lo que denominan en Spotify “pop español”
que confundo. Si no son canciones muy míticas, o que me gustan
mucho confundo a un montón de grupos Supersubmarina, Miss Caffeina,
Vetusta Morla, Izal,... lo malo es que me gustan, pero soy incapaz de
distinguirlos cuando los oigo en canciones nuevas así a lo loco, sé
que me gustan, pero no consigo ubicar la canción con el grupo. Y eso
que cada uno tiene un estilo, pero mi cerebro los tiene todos bajo la
misma etiqueta y no hay manera que se cree un vía nueva de
pensamiento.
Vetusta Morla
Fuego
No había visto nunca a Vetusta Morla en concierto y la intensidad de la actuación de Pucho -Juan Pedro Martín- me cautivó, era la personificación misma de las canciones. Muy buen espectáculo, y la gente estaba rendida a cada una de las canciones. Cuando Pucho decidió quitarse el pinganillo y cantar con el público se desataron las gargantas.
Yo
lo vi desde las gradas, cómodamente como una señorona, que no me
daba el calor para estar en medio de tanto fan de verdad, no como yo
que soy una seguidora despistada.
Y
de un grupo que confundo a otro, Miss Caffeina. Espero que a
partir de ahora consiga distinguirlos y no quedar como una
incultivada cual patata del Orinoco. Gracias a la lista de novedades
semanales tenía un poco más claras las canciones del nuevo disco y
me sentí menos perdida.
Impresionante
su reinterpretación del reggaeton. Contaron que estuvieron un año sin
tocar, y al volver se encontraron que lo que quería la gente era
reggaeton, así que ni cortos ni perezosos se pusieron a hacer su versión de este tipo de música. Bueno pues si eso fuese el reggaeton Erika tendría una compañera de fantarrias para cada fin de semana.
Optimista,
es como definiría la actuación de Miss Caffeina, o por lo menos yo
salí de allí con una sonrisa.
Miss Caffeina
Mira como vuelo
Otro
grupo que si hay que verlos, pues voy a verlos, pero que me cuesta un
poco de escuchar -a ver si al final si que voy a tener un gusto del
montón, miedín me estoy dando-, es El Último Vecino. A este
grupo también lo había escuchado en un disco de marzo de la revista
Rockdelux. Las letras son inquietantes, y para una que me conozco -Un
sueño terrible- dicen que la van a quitar del repertorio, siempre me
quedará “La Casa nueva” que me sonaba de algo, no sé de qué.
Vídeo subido a Youtube por Juan Carlos Ros Muñoz
Mi casa nueva
Pero eso no es lo que me sorprendió más, lo que me sorpendió más fue que el chico con los pantalones de Santana que había visto entrar delante de mí al concierto de Vetusta Morla era el cantante de El Último Vecino. Ains y yo criticando su peinado y sus pantalones a lo Santana. Al final nunca sabes si el que tienes al lado es un artista invitado -bueno sí, si lleva una pulsera roja con un número es artista o técnico del escenario principal, si lleva el 1, del segundo escenario si lleva el 2,...- pero ¡yo no me fijé en la pulsera!. Si no lo contáis por ahí yo no diré nada.
Nos
pasamos a ver a Javiera Mena, y la verdad es que creo que fue
la segunda mujer solista que vi encima del escenario en todo el fin de semana
-la otra fue Peaches-. Hace música muy bailable, y después de las
melodías oscuras de El Último Vecino, me vino muy bien. Y de
repente presenta a El Último Vecino con quien había hecho una
colaboración -si cuando meto la pata la meto de verdad-. Pongo una
cara de frío por no llorar.
Javiera Mena
Otra era
Y el último concierto al que me llevaron fue a ver a Trajano!. Que majo que nos agradeció estar a esas horas en el concierto. Confieso que se me hizo eterno, pero seguro que no fue por ellos, era porque me quería sentar, pero descubrí que bailar como una descosida ayudaba a que los pies doliesen menos, y a descargar tensiones de las piernas. No me quedó más remedio que darlo todo.
Lo
siento componentes de Trajano! por no haber hecho mucho caso a vuestra
actuación. Sin embargo puedo decir que me recuerdan un poco a la voz
melancólica y profunda de Germán Coppini, pero tal vez fuesen
imaginaciones mías.
Trajano!
Cristales
Y como el escenario Budweiser está enfrente de la salida nos pasamos a ver el final de la actuación de Miami Horror mucho más animado, vamos lo que a uno le apetece escuchar cuando son las 5 de la madrugada, algo alegre, sin pretensiones de hacerte pensar mucho, y con mucho ritmo.
Al
final tendré que darle la razón a mi amigo que me llama mainstream.
Que cruz tengo por ser una ignorante y no precisamente ilustre.
Miami Horror
Real Slow
Datos de interes
Este
año no había pulsera inteligente, este año había moneda propia,
los Token, cada uno valía 2,5 €
Los
precios:
Vasos,
cualquier vaso 1 Token -1,5 €-
Pinta
de cerveza (750 cc) eran 3 Token -7,5 €-
Refrescos
1,5 Token -3,25 €-
Bocadillos
2 Token -5 €-
Nachos
2 Token -5 €-
Y
con esto me despido de los macro-festivales de verano. Os echaré de
menos.
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